Los responsables de Renfe y Adif han defendido la necesidad del nuevo sistema de seguridad ASFA 4.1 implantado en la red ferroviaria de Cantabria y han asegurado al respecto que "no se puede volver atrás", aunque aseguran que "se está trabajando en tratar de evitar en la medida de lo posible las inconveniencias" generadas, que en el caso de los trenes de Cercanías han supuesto supresión de servicios y aumento de los tiempos de viaje.
Las mismas son "necesarias" para realizar lo que consideran un "paso hacia delante" y para "garantizar la seguridad de los pasajeros", según han manifestado los representantes de ambas empresas públicas, que también han informado de que en la actualidad se está trabajando para "optimizar" el sistema ASFA Digital para "reducir los tiempos de viaje y los problemas derivados" de esta transición.
Así se lo han trasladado representantes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y el operador de viajeros al Gobierno regional, en una reunión en la que el consejero de Transporte, Javier López Marcano, ha instado a las dos entidades a llevar a cabo un plan de choque para mejorar la red de ferrocarriles en la comunidad.
Ha sido durante una nueva Mesa del Ferrocarril, continuación de la celebrada el pasado mes de diciembre, y a la que esta vez sí han asistido todos sus componentes.
En concreto, en representación de Adif han acudido Miguel Leor Roca, director de Proyectos de Red Convencional, y Alfonso Díez, subdirector de Operaciones Norte; y por parte de Renfe han estado Javier González, gerente de Cercanías, y Álvaro Echaniz, jefe de delegación.
En el encuentro, el también titular de Industria, Turismo, Innovación y Comercio ha reclamado a los portavoces de Renfe y Adif una mejora de las inversiones en la red ferroviaria autonómica, tal y como se planteó en el plan de choque para la mejora del servicio propuesto por las Mesas de Movilidad.
La reunión se ha centrado en el problema de las Cercanías y Marcano, que ha estado acompañado por el director de Transportes, Felipe Piña, ha trasladado a los responsables ferroviarios su "preocupación" por la eliminación de servicios y el "retraso" de algunas frecuencias por la implantación del ASFA 4.1, que se incorporó hace una semana a la línea Santander-Liérganes y previamente se había aplicado a la que une la capital con Cabezón de la Sal.
Dicha "inquietud" derivada, ha agregado el consejero del área, de la resolución aprobada en el Parlamento de Cantabria el pasado 14 de febrero, para reflejar el interés y apuesta de los grupos por mejorar la situación ferroviaria de la región.
INVERSIONES En relación al plan de choque de mejora del servicio propuesto por las Mesas de Movilidad y basado en una mayor inversión, los representantes de Adif y Renfe han explicado las que están realizando ambas empresas en materia de vehículos y, también, de accesibilidad, seguridad e información.
Y han apuntado al respecto que estos avances generan "algunos problemas y periodos de adaptación hasta que son implantados correctamente, pero una vez realizados suponen una mejora en los servicios del usuario".
Además de Adif y Renfe han estado representados los distintos grupos parlamentarios (PRC, PP, PSOE, Cs y Vox), agrupaciones sindicales, de las mesas de movilidad -Bahía y Besaya- o agrupaciones de usuarios.
También, de Delegación del Gobierno de Cantabria, Autoridad Portuaria, Universidad de Cantabria, CEOE-Cepyme, UGT, CCOO y otros sindicatos ferroviarios, entre otros, ha informado el Gobierno de Cantabria en un comunicado.
