Podemos Cantabria ha denunciado que "más del 50 por ciento" de las construcciones residenciales actualmente en tramitación en suelo rústico "tienen una relación directa o indirecta con turismo".
Así lo ha señalado la formación morada este jueves en una nota de prensa en la que ha alertado sobre "el uso turístico masivo que está adoptando el suelo rústico en la comunidad", tras analizar los datos recogidos en las últimas exposiciones públicas de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU).
Según Podemos, el análisis desglosa que "aproximadamente un 30,5% de los expedientes corresponde a construcciones destinadas de forma explícita a usos turísticos, como albergues, apartamentos turísticos o parques de autocaravanas".
A ello se suma que "un 17% de promociones son impulsadas por personas no residentes en Cantabria", es decir, que se trata de "viviendas de veraneo claramente orientadas al uso turístico o estacional", ha asegurado Podemos.
Además, ha indicado que "un 8% adicional corresponde a promociones realizadas por sociedades mercantiles, orientadas claramente a la venta".
Y "el 43% restante incluye viviendas promovidas por particulares cántabros, si bien no existe en los expedientes distinción entre primera y segunda residencia, ni se recoge el uso final de dichas construcciones".
Podemos ha advertido que "más de la mitad de los nuevos desarrollos en suelo rústico están vinculados de forma directa o encubierta al turismo", lo que en su opinión "supone una desnaturalización del suelo rústico y del modelo rural de Cantabria".
El portavoz de Podemos en materia de Medio Ambiente y Medio Rural, Pablo Gómez, ha criticado que "la actual Ley del Suelo no está sirviendo para fijar población ni facilitar vivienda para vivir en el medio rural".
"Lo que está logrando es llenar nuestros pueblos de chalets turísticos y alojamientos disfrazados de viviendas rurales. Es una norma hecha a medida del negocio turístico, no de la gente", ha sentenciado.
De esta forma, Podemos ha exigido la derogación urgente de la normativa que permite la construcción en suelo rústico, salvo en los casos estrictamente vinculados a explotaciones agrícolas, ganaderas o forestales.
La formación considera que la flexibilización aprobada autorizó la construcción "masiva" en suelo rústico, y ha tenido "consecuencias negativas y alejadas de los objetivos que supuestamente pretendía alcanzar".