Las personas mayores de 55 años suponen el 25 por ciento de la población desempleada en Cantabria en el primer trimestre de 2023, con 6.200 desempleados de 55 años y más de un total de 25.300, cuando esta cifra era solo del 9 por ciento en el mismo periodo de 2013, según la Fundación Adecco.
Además, en el primer trimestre de 2023, la población activa _personas que tienen trabajo o lo buscan_ ha anotado un porcentaje de personas de 55 años y más que asciende al 22% en Cantabria (60.000 activos de 55 años y más, de un total de 272.000), frente al 14% de hace una década.
El Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación ha presentado este martes su decimoquinto informe sobre el desempleo y la edad, que señala que en España el 45 por ciento de las personas mayores de 55 años en situación de desempleo encuestadas cree que no encontrará trabajo y que pasará "directamente" del desempleo a la jubilación.
En este sentido, lo que más preocupa al 93 por ciento de los entrevistados es la ausencia de ingresos para cubrir "gastos básicos inmediatos", mientras que el 63 por ciento teme no poder acumular las cotizaciones necesarias para alcanzar una pensión "adecuada".
El Informe pone de relieve la "gran paradoja" que suponen las "dobles barreras" de acceso al empleo para personas "seniors". En primer lugar, la "fuerte incidencia de creencias estereotipadas" que asocian a los profesionales de esta franja de edad con "capacidades obsoletas, menor flexibilidad o mayores exigencias salariales".
En segundo lugar, un "insuficiente acompañamiento de las personas seniors en desempleo", que "a menudo", pierden su trabajo tras mucho tiempo en la mismas empresa o después de largos periodos de inactividad, con lo que no están "familiarizados con las nuevas estrategias, canales y fórmulas de búsqueda de empleo".
En lo que va de año, según los datos de la Encuesta de población activa (EPA), el 57,8 por ciento de los desempleados seniors superan el año sin trabajar, es decir, que son de larga duración. Para el resto de edades, este porcentaje se reduce al 41,7 por ciento.
Es por todo ello, que el 93,4 por ciento de los encuestados están dispuestos a hacer un "sobreesfuerzo para encontrar una oportunidad laboral" y aceptarían trabajar en otro sector que no fuera el suyo. Por otro lado, el 83 por ciento, "no pondría objeción en trabajar por debajo de su nivel de formación".
Los entrevistados presentan una "escasa confianza" en el mercado laboral, ya que el 43 por ciento afirma tener problemas para acceder a los procesos de selección y no ha hecho ninguna entrevista laboral en el último año.
Además, en el 92,5 por ciento de los casos, creen que existe edadismo o discriminación laboral por edad y argumentan que los empleadores prefieren a trabajadores jóvenes, ante la creencia de que son "más flexibles a nivel físico y mental".
Por último, en relación al impacto de la Inteligencia Artificial (IA) sobre la búsqueda de empleo las opiniones son divididas. El 39 por ciento cree que la IA supone un escollo para su búsqueda de trabajo, ya "las máquinas reemplazarán gran parte del los trabajos que pueden desempeñar".
Mientras que, el 40 por ciento considera que la IA es "una fuente de oportunidades que impulsará sus posibilidades laborales". Un menor porcentaje de los encuestados, el 21 por ciento, no cree que la IA vaya a tener una influencia n sus oportunidades de empleo, porque "el desarrollo tecnológico aún llevará tiempo y las empresas necesitan personal para cubrir ofertas de forma inmediata".
