El Parlamento de Cantabria ha colocado este martes una placa conmemorativa en reconocimiento al autor del edificio que alberga la institución, el arquitecto José de Alday (1746-1819), figura clave en la historia urbana y arquitectónica de Santander del siglo XVIII.
La placa se ha colocado precisamente en la Sala Arquitecto José de Alday, un espacio que fue conocido durante casi 37 años como Sala Polivalente hasta que, a finales de 2024, y a propuesta del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria (COACAN), la Mesa de la Cámara acordó darle el nombre del arquitecto municipal, responsable del proyecto original del antiguo Hospital de San Rafael, que es la actual sede parlamentaria.
La presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, ha destacado que con la colocación de esta placa se pretende "que todas las personas que visiten el Parlamento conozcan un poco más la historia del edificio y el trabajo de quien lo concibió".
Así, ha agradecido al Colegio de Arquitectos y a su decano, Román San Emeterio, su propuesta y la "sensibilidad" demostrada al recuperar la memoria de un profesional "esencial en la configuración del Santander del siglo XVIII".
El decano, por su parte, ha dado las gracias al Parlamento por la acogida de esta iniciativa y ha destacado que José de Alday fue uno de los principales arquitectos del Santander ilustrado, donde ejerció como arquitecto municipal en una época de expansión y transformación urbana.
SU LABOR
Además del antiguo Hospital de San Rafael -considerado una de las obras más representativas del clasicismo cántabro-, diseñó también la antigua Aduana, diversas infraestructuras portuarias y proyectos de mejora urbana que acompañaron el crecimiento económico y comercial de la ciudad.
"Con su labor, Alday contribuyó al progreso de un Santander pujante y comercial. Por eso, agradezco profundamente al Parlamento su sensibilidad y compromiso con la memoria de un arquitecto que forma parte de nuestra historia colectiva", ha añadido el decano.
Con este gesto, el Parlamento de Cantabria y el Colegio de Arquitectos quieren reafirmar su voluntad de colaborar en la difusión y puesta en valor del patrimonio arquitectónico e histórico de la región, y subrayan que la historia de un edificio "es también la historia de quienes lo imaginaron y lo hicieron posible".