Los investigadores José Francisco Algorri, Yael Gutiérrez, Marta Robledo, Selene Cobo, Marina Torres, David Cuenca y Leonardo Scarabelli, beneficiarios de las ayudas Ramón y Cajal en su convocatoria de 2022, se han incorporado a la Universidad de Cantabria (UC) en 2024 para desarrollar sus proyectos de investigación.
Así lo ha informado este martes la institución académica, que ha explicado que estos ocho investigadores provienen de diferentes áreas y se han integrado en los departamentos de Tecnología Electrónica e Ingeniería de Sistemas y Automática, Física aplicada, Biología Molecular, Ingenierías Química y Biomolecular, Historia Moderna y Contemporánea, Ciencias Históricas y Química e Ingeniería de procesos, respectivamente.
En el caso de José Francisco Algorri, cuya área de especialidad es la Tecnología Electrónica, el proyecto que está desarrollando tiene como idea final conseguir medir bacterias en muestras clínicas "realmente in situ". Permitiría detectar directamente en la sonda si el paciente tiene una bacteria resistente a un antibiótico, evitando procesos que pueden tardar entre uno o dos días. "En ese tiempo esa persona puede llegar incluso a morir, con lo cual este sistema sería muy beneficioso para la práctica clínica", ha afirmado.
La física Yael Gutiérrez desarrolla una línea de investigación que se basa en los materiales de cambio de fase para aplicaciones en fotónica. "Lo que tienen en particular estos materiales es que tú puedes modificar cómo responden a la luz mediante estímulos externos, por lo tanto, son mucho más versátiles que los dispositivos que hay ahora que tienen su funcionalidad fijada", ha indicado.
Marta Robledo, del departamento de Biología molecular, gracias al Ramón y Cajal, ha creado el Grupo de Microbiomas Ambientales y Biotecnología del RNA, en el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC). Se trata de estudiar comunidades microbianas, algunas de las cuales pueden ser beneficiosas para las plantas y se pueden utilizar como biofertilizantes.
Selene Cobo se incorporó el pasado mes de abril al departamento de Ingenierías Química y Biomolecular y su línea de investigación es el estudio de estrategias para la descarbonización industrial: tecnologías para retirar CO2 de la atmósfera y la evaluación de sus impactos ambientales, económicos y sociales y la implicación que tendría emplear estas tecnologías a escala global.
Marina Torres, investigadora del departamento de Historia Moderna, trabajaba sobre cómo los misioneros movían niñas desde Cantón y Macao hasta Filipinas para trabajar en las casas de las élites manileñas. Con la ayuda, pretende entender ese proceso de interrelación cultural, económica y seguir las vidas de esas niñas que no solamente acabaron en Manila, sino en Goa o Macao.
David Cuenca, investigador del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) en el grupo Bioarqueología, Paleoclima Y Transformaciones Sociales en la Prehistoria explica desarrolla un proyecto sobre el estudio de ornamentos personales desde una doble perspectiva geográfica e interdisciplinar, desde el punto de vista metodológico. Por un lado, se trata de saber cómo se han manufacturado y cómo se utilizaron estos ornamentos personales por parte de estos grupos humanos; y por otro, a nivel de la Península Ibérica, las relaciones sociales que se establecían en estas poblaciones a través del uso de estos ornamentos.
Finalmente, el investigador Leonardo Scarabelli quien además de la ayuda Ramón y Cajal cuenta con una ayuda Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC), señala que esta "tercera alma" del grupo 'NanoOddLAB' que dirige es intentar crecer nanopartículas directamente en sustrato.