El pasado mayo fue normal en cuanto a temperatura en Cantabria, con una media fue de 12,9 grados centígrados, aunque llovió un 7 por ciento menos de lo habitual, hasta recogerse 85,1 litros por metro cuadrado de promedio.
La media de temperatura es precisamente de 12,9 grados para mayo. El más frío de la serie histórica fue el de 1984, con 9,1 grados de promedio, y el más cálido el de 2020, con 15ºC, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de Cantabria.
La temperatura máxima media registrada en la comunidad autónoma este mayo ha sido de 17,9 grados, valor que está una décima por debajo del promedio climatológico de la serie para este mes (18 ºC). Y la mínima ha sido de 8 grados centígrados, dos décimas superior a la media (7,8 ºC).
Respecto de la precipitación, mayo fue normal en Cantabria, ya que se recogieron 85,1 mm (litros por metro cuadrado) de agua, que es un 7% inferior a lo esperado en esta época del año, con una media de 95,1 mm.
Sin embargo, el año hidrológico en curso (octubre 2024-mayo 2025) tiene hasta ahora carácter seco en Cantabria, con un déficit de precipitación del 10% respecto al promedio para ese mismo periodo en los años 1991-2020. Y es que se totalizaron 894,1 mm de precipitación, siendo la media climatológica de la serie de 997,4 mm.
Mayo tuvo 176,1 horas de insolación, según datos del observatorio del aeropuerto de Santander, donde se registró una velocidad máxima del viento de 59 kilómetros por hora.
Por último, en el quinto mes del año se registraron 2.713 descargas de rayos, siendo el de más actividad el día 30, con 1.680, según la AEMET.
VARIABILIDAD EN EL TIEMPO
La AEMET ha apuntado que el mes de mayo ha destacado por su variabilidad en cuanto al tiempo, como suele ser habitual durante los meses de primavera. Al principio del mes se registraron temperaturas más altas de lo normal, pero el día 5 entró por el norte un frente frío que hizo que descendieran las temperaturas de manera considerable en toda Cantabria.
Durante los días posteriores se fueron intercalando altas y bajas presiones, con viento de diferentes direcciones, pero que fueron subiendo la temperatura media de manera gradual. Los días 18 y 30 se registraron un gran número de descargas eléctricas asociadas a tormentas, pero que no dejaron demasiadas precipitaciones.
A final de mes se registraron temperaturas muy por encima de lo normal para la época, sobre todo fuera del litoral, asociadas al paso de una dorsal que situó sobre la Península una masa de aire cálido y seco.
La temperatura máxima más alta fue de 34,2 grados centígrados registrados el día 29 en San Felices de Buelna, y la mínima más baja, los -8,4 del día 16 en Cabaña Verónica, en Picos de Europa.
La máxima precipitación en 24 horas se produjo el día 14 en Sierrapando (Torrelavega), donde se recogieron 33,2 litros por metro cuadrado; y la racha máxima de viento alcanzó los 112 kilómetros por hora el día 2 en el Mirador del Cable, en Picos de Europa.