Más de 600 cántabros tienen enfermedad renal y precisan de tratamiento de diálisis o trasplante para sustituir la función de sus riñones, según datos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) difundidos con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra este jueves 10.
La SEN ha informado que Cantabria se sitúa por debajo de la media nacional en la Enfermedad Renal Crónica (ERC), con una prevalencia --número total de población afectada-- que alcanza 1.132 personas por millón de población, por debajo de la media nacional de 1.363.
Además, la incidencia --nuevos casos anuales-- es también inferior a la nacional, con 127 personas por millón de población (una cifra prácticamente igual a la de 2019), frente a 141 en España, lo que la convierte en la comunidad española con la menor tasa de incidencia.
A pesar de ello, el número de personas que necesitan Tratamiento Renal Sustitutivo para reemplazar la función de sus riñones (diálisis o trasplante) sigue creciendo en esta comunidad, y ya son casi 600 los cántabros los que reciben este tratamiento.
En España, la prevalencia y la mortalidad de la ERC han crecido un 30% en la última década y la ha convertido en un grave problema de salud pública.
La ERC afecta ya a entre un 10-15% de la población adulta en el país, y en la actualidad, más de 64.600 personas están en Tratamiento Renal Sustitutivo para reemplazar la función de sus riñones y poder seguir viviendo.
Con motivo del Día Mundial del Riñón, la fachada del Ayuntamiento de Santander se iluminará de rojo para sumarse, junto a otras ciudades españolas, a la campaña de sensibilización de la SEN y otras entidades para alertar y sensibilizar a la población y a las autoridades y administraciones públicas del crecimiento continuado de la ERC en los últimos años y de la importancia de la prevención, el diagnóstico precoz y promoción de la salud renal como mejores medidas frenar el avance de una patología.
Los nefrólogos, junto a pacientes y otras organizaciones, solicitan un mayor esfuerzo para potenciar la prevención y el diagnóstico precoz de la ERC a través de Plan de Salud Renal nacional, que recoja medidas y recursos en esta línea y permitan mejorar también el tratamiento y la calidad de vida de las personas con patologías renales.
