La Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, el Servicio Cántabro de Salud, la Fundación Marqués de Valdecilla y la compañía farmacéutica Organon ha reunido a diferentes expertos cántabros en el foro 'Salud con perspectiva On Live' para analizar los retos a los que se enfrenta la salud de las mujeres en Cantabria y reflexionar sobre el abordaje integral de la misma.
En este foro celebrado en el Centro Botín, en el que han participado el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera; la directora general de Igualdad y Mujer, Consuelo Gutiérrez; el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann; y la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, se han analizado las diferencias entre hombres y mujeres que hacen que las enfermedades se manifiesten e incluso evolucionen de forma distinta, y los factores sociales y estructurales que influyen en la salud de ambos sexos.
Pesquera ha explicado que es importante luchar contra la invisibilidad y la falta de perspectiva de género porque perjudican la salud de las mujeres. "La invisibilidad de género como determinante de salud afecta también a los sistemas sanitarios, a la formulación de prioridades en la atención y financiación, y a los sesgos diagnósticos y terapéuticos", ha reconocido, apostillando que ello incide directamente en las mujeres e influye de forma negativa en distintas áreas de la vida y la sociedad como la ciencia, la investigación o la formación, "lo que lleva implícito una falta de conocimiento sobre las repercusiones en la salud de las mujeres".
Por su parte el director general de Organon en España y Portugal, Juan Vera, ha afirmado que mejorar la salud de las mujeres es un asunto de relevancia global "porque buscando mejoras para las mujeres, estamos también mejorando la salud de toda la sociedad".
En la mesa debate moderada por la periodista Teresa Díez, la médico de familia y directora del Observatorio de Salud Pública de Cantabria, Norak Cruz, ha explicado cómo la participación de las mujeres en los ensayos clínicos influye en su confección y en los posteriores tratamientos. Sin embargo, como norma general, la representación de las mujeres en la fase inicial de los ensayos clínicos referidos a enfermedades comunes se encuentra entre el 21 y el 32%, con diferencias por patologías, pese a lo cual los resultados se aplican tradicionalmente de igual forma a hombres y mujeres.
Asimismo, los condicionantes biológicos y socioculturales son importantes al tratar los problemas de salud exclusivos de la mujer. En este sentido, la jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Yolanda Jubete, ha expuesto los avances que ha habido en los últimos tiempos y los que todavía son necesarios en el tratamiento del cáncer de mama y en temas como la endometriosis o la menopausia.
Por su parte, la investigadora Rosa Ayesa, responsable de la Unidad de Investigación en Enfermedades Mentales del IDIVAL, ha comentado la influencia del sexo y el género en la psicopatología y la comorbilidad de ciertas patologías mentales y, además, ha puesto de relieve el recién presentado Plan de Salud Mental de Cantabria, que incluye el enfoque de género como una línea de acción prioritaria.
En cuanto a la coordinadora general de la Asociación Cántabra Antisida de Cantabria (ACCAS), Carmen Martín, ha puesto de ejemplo cómo en esta enfermedad las mujeres sufren una mayor discriminación debido a que se les atribuye una vulnerabilidad biológica y a la vez social frente a la enfermedad.
Por último, la psicóloga Natalia Zamanillo, miembro del equipo de la Dirección General de Juventud y Premio Isabel Torres a Investigaciones en Estudios de las Mujeres y del Género, ha insistido en la importancia de sensibilizar desde la educación acerca de estas diferencias en la salud de mujeres y hombres y del papel clave que las instituciones públicas pueden tener en la atención a los y las cuidadoras de las personas dependientes, un papel que suele recaer en las mujeres.
