Expertos aconsejan cambiar la planificación futura del litoral para minimizar los efectos de temporales

Inundaciones en la zona del delta del Ebro por la borrasca 'Gloria'.

Geólogos e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos coinciden en reclamar cambios en la planificación del litoral para evitar o minimizar los efectos de temporales que, como 'Gloria' o las Depresiones Aisladas en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA) como las de Semana Santa de 2019 y la del pasado mes de septiembre, afectaron al Mediterráneo y causaron la muerte a decenas de personas así como cuantiosos daños materiales.

Así, desde el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), el experto en riesgos naturales Joan Manuel Vilaplana, ha apostado por "deconstruir" el litoral y aportar nuevos sedimentos a los ríos de la cuenca del Mediterráneo para evitar catástrofes en el futuro, ya que, según advierte, el Delta del Ebro está en peligro si no se toman las medidas pertinentes para facilitar su reconstrucción natural.

Vilaplana, del grupo de Investigación de Riesgos Naturales de la Universidad de Barcelona, explica que aunque los temporales de Levante son fenómenos "relativamente frecuentes", con un "litoral tan antropizado" por infraestructuras y viviendas en primera línea y unos ríos y rieras que no acarrean sedimentos, se impide la renovación natural de las playas y apunta que un "paradigma" de esta situación es el Delta del Ebro (Tarragona) que "está en retroceso desde hace décadas por falta de sedimentos".

Entre las causas que provocan este impedimento en el acarreamiento de sedimentos, los geólogos advierten que los numerosos embalses en el curso del Ebro para abastecimiento de agua y para regadío, retienen los sedimentos que transporta el río e impiden que estos se depositen en el delta para su renovación natural.

Asimismo, a esta situación añade que el aumento del nivel del mar que provoca el calentamiento global hará que el Delta vea reducido su tamaño en el futuro y si no se hace nada, la reducción de su tamaño será "mucho más drástica y más rápida".

El geólogo no es partidario, sin embargo, de medidas urgentes y duras para reconstruir las playas, sino de medidas blandas y de dejar que la naturaleza actúe a su ritmo. Mientras, añade que donde sea posible se deberían retirar infraestructuras y viviendas de la primera línea de playa del Mediterráneo y trasladarlas hacia el interior. "Una playa amplia es la mejor protección natural contra los temporales marítimos", ha insistido.

Entre las propuestas concretas plantea trasladar al interior la línea ferroviaria entre Barcelona y Mataró --que transcurre junto al litoral, pegada a la playa-- para eliminar su elevada exposición al riesgo por temporales y dejar así que la playa actúe como barrera natural frente al mar.

Por su parte, el catedrático de Puertos y Costas de la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Valencia Vicen Esteban Chapapría, ha explicado que considera que, por un lado se debe fijar un plan inmediato para reparar los daños y, por otro, establecer una política de futuro a largo plazo.

"Hay necesidad de reconfigurar y adaptar nuestras obras, servicios e instalaciones y el uso que damos al medio costero", ha apostillado el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.

REFORMULACIÓN A LARGO PLAZO CON ENFOQUE DE SOSTENIBILIDAD

Chapapría recuerda que la ingeniería tiene soluciones pero ellas deben adoptarse con criterio de sostenibilidad y ante la necesidad de adaptarse porque es necesario "reconfigurar" la situación ante el cambio climático y a "reformular" la manera de tomar decisiones para atender a criterios ambientales y de sostenibilidad a largo plazo.

En este contexto, recuerda que la frecuencia de estos fenómenos meteorológicos adversos "efectivamente es cada vez mayor" por el calentamiento global por lo que considera que en esa línea el panorama costero tiene que cambiar "radicalmente" porque precisamente las zonas costeras son las más vulnerables y las franjas costeras las más pobladas.

Por ello, reclama una estrategia de actuación en la costa, analizar su ocupación y poner todo ello en relación con una nueva perspectiva de sostenibilidad y adaptación al cambio climático.

En ese sentido, ha puesto de ejemplo que los puertos han funcionado "a la perfección" porque están bien gestionados, a diferencia de la gestión de las costas, un sistema "prácticamente abandonado durante décadas".

De hecho, opina que la ley de costas española es un "instrumento magnífico" que ampara los planeamientos de sostenibilidad, pero falla la gestión directa "heredada de viviendas, paseos marítimos y planes urbanísticos anteriores" a la ley y que han "ocupado legalmente" la costa.

El catedrático en ingeniería de Caminos, Canales y Puertos apuesta por cumplir la ley y recuperar concesiones, eliminar edificaciones ilegales con una ley que siguen siendo en su opinión "un instrumento válido", pese a las mejoras que podrían hacerse a la norma y a su aplicación.

En definitiva, pide una política territorial costera con "perspectiva de modernidad y adaptada al cambio climático".

DAÑOS EN EL DELTA DEL EBRO

Respecto a los daños que 'Gloria' ha dejado en el sistema del Delta del Ebro, indica que las imágenes captadas por satélite recuerdan a la situación de hace pocos meses en Venecia y que, en parte se deben a que las instantáneas se tomaron cuando el mar tenía una posición extraordinaria, con un mar "extremadamente" alto, una situación que se produce con borrascas y temporales.

Otra de las carencias para paliar y prevenir los daños que apunta el ingeniero es la falta de datos de espacios costeros, lo que lleva a que numerosas actuaciones se adopten sin tener en cuenta criterios de durabilidad, como por ejemplo los paseos marítimos que invaden cordones dunares.

De este modo, advierte de que el Delta del Ebro, a la que define como una formación "ambientalmente muy valiosa" ha tardado siglos en formarse y, del mismo modo puede incluso desaparecer de manera natural", como la Albufera de Valencia. A su juicio, la ocupación humana del Delta ha sido modélica y ha preservado los valores ambientales del enclave pero también ha provocado numerosos inconvenientes.

Sin embargo, no cree que "protegerlo por encima de todo" no es la solución para un espacio natural para el que no ve como solución instalar "diques" al estilo de Holanda o Miami (Estados Unidos).

Finalmente, insiste en que se debe cambiar la perspectiva e introducir un enfoque de adaptación al cambio climático, de sostenibilidad ambiental y reformular y mejorar la actuación y la gestión.

"Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Hay zonas dañadas que se deben proteger inmediatamente, con trabajos de unos dos, tres o seis meses, pero recomiendo un plan a medio y largo plazo con medidas de seguimiento ambiental y planes de actuación concretos por zonas, lo que lleva un plazo más dilatado" y eso lleva un plazo más dilatado.