Experta destaca el papel de los médicos en la detección y prevención de la violencia de género

La profesora de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Extremadura, María Ibáñez, ha destacado el papel protagonista de los médicos en el detección y prevención de la violencia de género y sexual.

En una conferencia en el Colegio de Médicos de Cantabria, Ibáñez señaló que los delitos contra la libertad sexual representan un problema de salud pública y de ellos se derivan graves repercusiones; y los cometidos contra personas de especial vulnerabilidad requieren una intervención multidisciplinar en la que profesionales e instituciones deben contar con un elevado nivel de preparación y procedimientos conforme a protocolos.

Subrayó que los casos denunciados son "el pico del iceberg" y aparecen infrarrepresentados en cuanto al número de denuncias presentadas y en estos supuestos cobra vital importancia la valoración y correcta interpretación de los hallazgos encontrados en la investigación.

"La actitud de búsqueda proactiva del sanitario en general, y del médico en particular, se encuentra íntimamente relacionada con su capacidad de detección, ya que la ausencia de sensibilidad hacia este fenómeno, los prejuicios hacia la víctima del maltrato, la simplificación diagnóstica, etiquetando el problema sin profundizar en su auténtica etiología, representan obstáculos que dificultan su detección y abordaje profesional", explicó.

Ibáñez señaló también que España ha sido un país pionero en la lucha contra la violencia de género, aunque a pesar de disponer de normas que prevén su persecución y eliminación "sigue constituyendo un fenómeno complejo y polémico".

"La realidad social y la estructura machista y patriarcal ha demostrado que este desarrollo normativo no puede atender a las consecuencias de la violencia machista en su totalidad", señaló.

Por su parte, la responsable del Observatorio de Género y Profesión del Colegio de Médicos, Montserrat Matilla, destacó que la violencia de género es un problema de salud pública, "que tiene un impacto muy importante en la salud de las mujeres y los niños".

Matilla resaltó que existe un vínculo muy importante entre la violencia de género y la salud mental e instó a los profesionales a reconocer cuáles son los signos de alarma para realizar una detección y prevención de la violencia de género. Para ello, solicitó poner a disposición de los pacientes todos los recursos disponibles para reparar lo antes posible los daños físicos y psíquicos que ocasiona.

"Para ello es fundamental la formación, porque es algo indispensable para nuestra profesión, para ejercerla en las mejores condiciones posibles y ofrecer la mejor calidad de atención a nuestros pacientes", recalcó.

En el mismo sentido, Ibáñez manifestó que el abordaje de víctimas de delitos sexuales requiere tiempo, formación y compromiso. "Los profesionales encargados del abordaje a las víctimas han de ser comprensivos y empáticos, al tiempo que debe proceder de una manera racional, con procedimientos científicamente fundados".

Asimismo, subrayó que la falta de sensibilización y conocimiento de este fenómeno por parte de los profesionales sanitarios puede generar situaciones que incrementen el sufrimiento por la doble victimización que padece la víctima.