Un equipo del IBBTEC publica un estudio sobre la resistencia de las bacterias a los antibióticos

Nota Uc Investigación Sobre Resistencia De Bacterias A Antibióticos

Un equipo de investigadores del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) ha publicado en la revista científica 'Nature Communications' los resultados de un trabajo que avanza en el conocimiento de las resistencias de las bacterias ante los antibióticos.

En concreto, se trata de un "mapa" que cartografía los movimientos de esos microorganismos en diferentes tipos de plásmidos, elementos genéticos que diseminan las resistencias a antibióticos.

La aportación del estudio del IBBTEC --centro mixto de la Universidad de Cantabria (UC), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Gobierno de Cantabria-- es "fundamental" para avanzar en la preparación ante futuros escenarios relacionados con problemas sanitarios, según ha informado la UC en nota de prensa.

Según el responsable del Grupo de I+D+i de Intergenómica, el catedrático Fernando de la Cruz, este producto científico proporciona una nueva herramienta de "gran utilidad" en la lucha contra un problema sanitario "que nos puede dar un susto como nos ha dado el coronavirus o mayor, y por eso las agencias sanitarias "insisten en investigar más" en este campo.

"Estamos muy tranquilos con las bacterias porque sabemos que siempre que pase algo vamos a tener los antibióticos ahí, pero como salga una resistente a todos y no se controle, puede empezar a tener unos efectos devastadores", advierte el investigador.

La situación actual es que las bacterias se controlan mejor que los virus, porque "sabemos cómo se matan, es más fácil desinfectarlas y las mascarillas tienen más eficacia contra ellas que contra los virus", apunta De la Cruz, recordando que la mayoría de las infecciones actuales son víricas --como la hepatitis-- y hay pocas bacterianas --lo eran la peste o el cólera-- en los países más ricos, con una sanidad bien organizada.

"Hemos ganado una batalla desde los años 50, pero ahora hay bacterias que están volviendo a matar porque son resistentes y los tratamientos fracasan", señala.

MAPA DE MOVIMIENTOS

El catedrático explica que el mapa que han elaborado "puede decir la peligrosidad que tienen unos determinados plásmidos de vehicular una resistencia en un sentido u otro". Y abre la puerta a otras aplicaciones, "no solo en la búsqueda de nuevos antibióticos, sino de nuevas maneras de luchar contra las resistencias a antibióticos y contra las bacterias en general".

No obstante, esta resistencia "mata hoy en día en el mundo a muchas más personas que el COVID-19 y en los próximos años va a matar a muchas más, según las bacterias se hagan progresivamente más resistentes".

El mapa se basa en la identificación de lo que constituyen las "especies moleculares" de plásmidos, en una suerte de clasificación taxonómica que permite saber "qué hace y cómo actúa cada una de esas unidades evolutivas". "Ahora podremos trazar mejor cómo se diseminan las resistencias, y el riesgo implícito de transmisión que implica cada una de esas unidades", explica.

El trabajo también permite observar todas las demás adaptaciones de los plásmidos, que son los que generan plasticidad en los genomas microbianos, "haciendo que las bacterias evolucionen mucho más rápido que nosotros". Poder seguir su rastro, ver las relaciones y movimientos "y no solo en cuanto a resistencias" tiene aplicaciones "muy diversas".

De la Cruz aboga por la inversión en infraestructura científica y en personal formado para hacer frente a los retos que plantean tanto las bacterias como los virus. "Que hay un problema con las bacterias y las resistencias se lleva diciendo 20 años o más. La mejor manera de prepararse es regar por todo el sistema de ciencia y tecnología", concluye.

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