Educación refuerza los orientadores para atender las necesidades del alumnado tras la pandemia

Hasta ahora los orientadores atendían la red pública y concertada simultáneamente, pero ahora tendrán más tiempo

La Consejería de Educación y Formación Profesional reforzará a partir del próximo curso 2022-2023 la orientación educativa en las etapas de Educación Infantil y Primaria para dar respuesta al aumento de las necesidades específicas de apoyo educativo.

Además, quiere fortalecer un servicio que el Ejecutivo considera "esencial para el desarrollo integral y pleno del alumnado", especialmente tras dos años de crisis sanitaria que ha tenido un "impacto innegable" en toda la sociedad, también en el alumnado.

La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, ha dicho que aunque su departamento viene haciendo estos dos años un "esfuerzo importantísimo" en el aumento de personal de atención a la diversidad -docentes especialistas en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica-, es necesario "ir un paso más allá" para garantizar la equidad y la calidad educativa, mejorando la atención al desarrollo integral del alumnado.

Según ha reconocido, este último curso se ha producido un incremento de las solicitudes de intervención de los centros educativos al que el Gobierno "ha de dar respuesta" para que no quede "ni un solo niño" que necesite acceso a este tipo de profesionales y no se le dé. "Se trata de facilitar que los orientadores tengan más tiempo para cumplir dos objetivos: atender a todos los alumnos que lo necesiten el tiempo que necesiten", ha resumido.

A diferencia de las etapas de ESO y Bachillerato, en las que el Gobierno sufraga a la red concertada la contratación de los orientadores -al igual que el resto de docentes en función siempre de las unidades concertadas- en Infantil y Primaria eran hasta ahora los orientadores educativos que integran los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica quienes atendían simultáneamente las necesidades de la red concertada y de aquellos centros de la red pública que, por tener pocos alumnos, no cuentan con unidad de orientación propia.

Una estructura que la Consejería considera que se debe mejorar, especialmente ahora, después de dos cursos en los que se han incrementado las necesidades específicas de apoyo educativo del alumnado, también entre los más pequeños, presumiblemente, aunque no sólo, por el impacto de la pandemia.

Este refuerzo, que la Consejería ha trasladado ya tanto a los Equipos de Orientación como a la Junta de Personal Docente en reuniones celebradas esta mañana tiene "dos beneficios", según Lombó.

Por un lado, "libera" a los equipos de orientación de la carga de trabajo de la red concertada, permitiendo, por otro lado, reforzar todo el sistema de orientación de la red pública, que contará ahora con más recursos.

Así, en el marco de la etapa de Infantil y Primaria, se dispondrá de los orientadores que se asignan a los propios centros a partir de 250 alumnos (unidades de orientación educativa) y de los efectivos de los equipos de orientación, que tendrán más tiempo para atender a los centros públicos sin unidad de orientación. De este modo, podrán reforzar el resto de sus funciones, entre las que se encuentran la orientación académico-profesional, la acción tutorial o la mejora de la convivencia, entre otras, que la consejera considera "indispensables para garantizar una atención inclusiva al alumnado".

Por su parte, en la red concertada se sufragará la contratación de docentes especialistas -titulados en psicología o pedagogía con el máster de Formación del Profesorado que es habilitante en el ámbito docente- a razón de una hora por cada dos unidades. De esta forma, el orientador contratado estará en el propio centro educativo, lo que permitirá una mejor atención a las necesidades del alumnado de esta red. Aquellos centros concertados que opten por no contar con personal propio, seguirán teniendo a su disposición los equipos de orientación como hasta ahora.

En palabras de la consejera, se trata de un refuerzo "global" del que se beneficiará todo el sistema educativo en su conjunto. En este punto, ha resaltado los "beneficios" para el clima de convivencia que supondrá contar con más recursos en este ámbito, así como para el desarrollo integral -personal, académico y social- de todo el alumnado.

Esta es una más de las actuaciones que la Consejería de Educación pone en marcha para atender las necesidades del alumnado en materia de atención a la diversidad. Así, pese al descenso del alumnado, desde el inicio de la legislatura Cantabria cuenta con 33 docentes más de Audición y Lenguaje, 22 más de Pedagogía Terapéutica y 12 orientadores más.

De la misma forma, en los dos últimos cursos se ha implementado el Programa PROA+, dirigiendo los diferentes recursos y actividades palanca a la atención del alumnado vulnerable. Igualmente, el programa de refuerzo educativo complementario (PREC) ha aumentado sustancialmente su dotación de monitores tanto en la etapa de educación primaria, como en la de educación secundaria. Además, se ha creado en la plantilla jurídica de todos los Institutos de Enseñanza Secundaria plazas de Profesores Técnicos de Servicios a la Comunidad.

Además, a partir de septiembre, las consejerías de Educación y Sanidad pondrán en marcha conjuntamente la Unidad Educativa Terapéutica: dos aulas destinadas al alumnado con problemas de salud mental, pero con plenas capacidades cognitivas, en aquellos momentos en los que el curso de sus trastornos haga inviable su estancia en sus centros educativos ordinarios.