Ecologistas en Acción presenta alegaciones al Avance del V Plan de Carreteras de Cantabria 2023-2030

Ecologistas en Acción Cantabria ha presentado alegaciones al Avance del V Plan de Carreteras de Cantabria 2023-2030 con el objetivo de que se incluyan estrategias para lograr la protección y regeneración de los valores ambientales, tanto en las carreteras existentes como en los nuevos proyectos.

El documento de alegaciones fue entregado el pasado 10 de agosto a la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, ha indicado la organización en nota de prensa, que considera que "es muy preocupante la situación de partida con los anteriores planes de carreteras" por el "deterioro de los valores ambientales causado por los proyectos de carreteras".

Según ha explicado, la construcción de una carretera ocasiona "numerosos impactos de deterioro", como la fragmentación y destrucción de hábitats, degradación del paisaje, contaminación, erosión y deslizamientos o propagación de especies invasoras.

Y ha señalado que si no se aplican medidas mitigadoras y de regeneración en los proyectos de carreteras, "acabaremos perdiendo parte de nuestro patrimonio natural y cultural, y no podemos aceptar la pasividad de la Administración autonómica".

En opinión de Ecologistas en Acción, hasta ahora se ha hecho "muy poco o nada". En este punto, se ha referido al Informe de Sostenibilidad Ambiental el IV Plan de Carreteras 2009-2012, en el que "no se tienen datos cartográficos de especies vegetales en peligro de extinción, ni de fauna amenazada, tampoco hay cartografía de especies invasoras y faltan datos sobre la red de sendas y caminos del litoral".

Respecto a los atropellos de fauna, ha recordado que entre los años 2013 y 2019 se produjeron 1.339 accidentes en Cantabria, con dos heridos graves y 59 leves; y en 2012 hubo dos fallecimientos, "sin contar los accidentes donde no se levantó atestado".

"No tenemos constancia de la construcción de pasos de fauna según normativa estatal, se utilizan los drenajes de aguas pluviales, no existe mantenimiento ni seguimiento de la funcionalidad de los citados pasos", ha denunciado.

De esta forma, a través de las alegaciones, la organización pide se incluyan en el V Plan de Carreteras las estrategias para lograr la protección y regeneración de los valores ambientales, en la línea de las directrices de la Administración central y la Unión Europea (UE), tanto en las carreteras existentes como en los nuevos proyectos.

Propone evitar la fragmentación de hábitats y el deterioro paisajístico instalando pasos de fauna, la fijación y revegetación de taludes, instalando carriles bici y peatonales con su conexión a la red autonómica, el uso de materiales sostenibles, la reducción de la contaminación lumínica y acústica, el mantenimiento de zonas verdes respetando los ciclos biológicos para preservar la biodiversidad y el control de especies invasoras frenando su expansión.

También aboga por la mejora sustancial del transporte colectivo junto al desarrollo de la movilidad ciclable y peatonal, reduciendo el uso del coche particular, para mitigar los "problemas" de la movilidad en la región que, a juicio de Ecologistas en Acción, avanza hacia la "saturación viaria".

Así, cree que en las respectivas programaciones de intervenciones sobre las infraestructuras y en los procesos de diseño de los proyectos relacionados con la movilidad, como los Planes de Carreteras, han de tener cabida las alegaciones expuestas porque si se ignoran, ha advertido, "se estará trabajando en base a objetivos equivocados, aumentando los problemas y haciendo muy difícil su corrección en el futuro".

"No podemos malgastar los escasos presupuestos disponibles ni perjudicar a los ciudadanos en sus justas aspiraciones de mejora de su calidad de vida. Y debemos hacerlo conservando nuestro patrimonio ambiental, paisajístico y etnográfico", ha sentenciado.

La organización ve necesario aplicar con "rigurosidad" las Medidas de Prevención Ambiental, tanto en la fase de construcción como de explotación de las infraestructuras; y llevar a cabo un Programa de Seguimiento Ambiental para localizar y corregir posibles irregularidades y afecciones; así como un riguroso Protocolo Técnico de Estudio de Alternativas, valorando la necesidad de la intervención y buscando el menor impacto ambiental.