Las familias cántabras consideran adecuada la cantidad de tareas o deberes escolares a sus hijos en todas las etapas educativas, aunque las perciben "algo excesivas" en Bachillerato donde además y junto con Educación Secundaria aumentan "significativamente" en periodos no lectivos, en los que en cambio se deberían reducir, ya que en teoría no se deberían poner pues los alumnos tienen que "descansar".
En concreto, el 60 por ciento de los padres y madres dicen que sus hijos tienen deberes en esos periodos, porcentaje que se eleva al 87% cuando se pregunta a los profesores.
Son algunas de las conclusiones del informe sobre actividades complementarias de refuerzo (tareas y deberes) que ha elaborado el Consejo Escolar de Cantabria y que han presentado este viernes los responsables de este órgano, en una rueda de prensa que han ofrecido junto al consejero del ramo, Sergio Silva.
Según el estudio, realizado a base de encuestas a familias, docentes y equipos directivos de centros públicos, concertados y privados, las tareas son "muy poco frecuentes" en Infantil, "habituales" en Primaria y "muy frecuentes" en Secundaria y Bachillerato.
Y a medida que se avanza en la etapa educativa, los deberes son más frecuentes y requieren además más tiempo diario, que llega a las dos horas en muchos casos en Bachillerato.
En los cursos de etapas inferiores (Infantil y Primaria), los alumnos realizan estas tareas con apoyo familiar, y los conflictos por su realización son "poco frecuentes", no así en Bachillerato y Secundaria, donde la mayoría de los estudiantes las afrontan en solitario. Y además, dichos conflictos "comienzan a ser relevantes" en Secundaria, ya que afectan a más del 25% de las familias.
Además, la información que ofrecen los centros sobre las tareas disminuye a medida que aumenta el nivel educativo.