La Consejería de Sanidad ya está presentando a las industrias de la pesca y a los profesionales del sector una estrategia de vigilancia intensificada para garantizar la seguridad durante la costera del bocarte, cuyo inicio oficial tendrá lugar dentro de más de un mes.
Para coordinar las medidas y conocer la opinión de la industria del sector, el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, se ha reunido con el presidente de las Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescados de Cantabria (CONSESA), Ignacio Sanfilippo, y su secretario, José Luis Marsella.
En el encuentro, Wallmann ha trasladado su plan para aplicar un tratamiento específico al sector pesquero, que implemente herramientas "más exhaustivas" de prevención y detección del Covid-19 entre los profesionales de la mar y las industrias pesqueras de transformación.
Además, se ha comprometido a, si se dieran las circunstancias, intensificar el trabajo de Salud Pública para agilizar los estudios de contacto y de brotes entre los barcos pesqueros.
Ambas partes han señalado que todos los productos de la pesca y sus conservas son "100% seguros". "Los productos de Cantabria con origen en nuestras costas son de gran calidad y su consumo ofrece plenas garantías y total seguridad", han asegurado.
EL 10% DE LOS CONTAGIOS SON LABORALES
Wallmann y los responsables de CONSESA también han analizado la situación epidemiológica de las zonas donde tienen su sede las principales empresas del sector y han insistido en que "los entornos de trabajo son lugares seguros".
De hecho, si se analizan los ámbitos de transmisión del virus, "solo el 10 por ciento" de los contagios de las zonas con mayor incidencia tienen origen laboral. El resto son de origen desconocido (38%), familiar (otro 38%), escolar (2%) y sanitario (2%), ha explicado el titular de Salud Pública.
