La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) ha presentado este lunes, 28 de junio, ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) la demanda contra la resolución de la Consejería de Sanidad que establece la hora límite de cierre de los establecimientos de ocio nocturno a las 3.00 horas desde el 26 de junio.
En el escrito de la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hosteleros apuntan que los efectos de la norma se producen en una temporada estival de la que "depende la subsistencia" de un "buen numero" de empresas.
Además, defienden el horario de licencia dada la "ausencia absoluta" de presión hospitalaria y el "incremento importante" de la vacunación contra el Covid.
Asimismo, señalan la "contradicción" existente entre esta normativa y la estatal, que ese mismo día "relajó" las normas de protección suprimiendo la obligatoriedad del uso de las mascarillas en algunos casos.
Por esta razón, en el recurso contencioso administrativo interpuesto, la asociación pide adoptar medidas cautelares con el fin de evitar que se produzcan "perjuicios de imposible o difícil reparación".
En concreto, solicita dejar sin efecto la resolución, publicada en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) el 25 de junio, relativa a la décima modificación de la resolución en la que la Consejería de Sanidad establece medidas sanitarias para la prevención, contención y control de la pandemia.
Así, en el argumentario, la AEHC insiste en que el horario de licencias que se limita "no es el origen" del incremento de los contagios, y señala que las fiestas y los viajes de fin de curso son "los que realmente han producido los incrementos de contagios", en relación al brote de Mallorca.
A su juicio, el incremento de los contagios se debe a la "conducta negligente" tanto de los jóvenes como de las autoridades que deben velar por evitar situaciones "conocidas y previsibles", como fiestas, botellones y viajes fin de curso.
El escrito también hace referencia al hecho de que jóvenes de localidades vecinas se trasladen a Castro Urdiales "de fiesta, aprovechando un mayor horario", lo que, en su opinión, "no está muy justificado".
"La realidad es que los jóvenes vienen para andar por las calles, bebiendo en grupos en Castro y en Noja, porque hay mucho menos control que en su comunidad y eso no es culpa de esos pocos establecimiento con horario máximo, sino evidentemente de la mayor tolerancia, falta de medios y preparación de las autoridades", añade la asociación en la denuncia.
En este sentido, recuerda que en Cantabria solo hay 25 establecimientos de ocio nocturno con mayor horario, que son discotecas "pequeñas" y no hay ninguna "macro discoteca", que están trabajando sin pista de baile y con un aforo del 50 por ciento o de 1/3, según el momento, por lo que el publico que pueden admitir es "mínimo" y está "controlado".
