Condenan a Liberbank a pagar un seguro contratado antes de morir pero con "claros errores" en el cuestionario

Relacionados con las características físicas del tomador fallecido, como la altura o el peso.
Archivo - Liberbank lanza un iniciador de pagos para que sus clientes paguen con cuentas de otros bancos

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Reinosa ha condenado a una compañía de seguros a hacer efectiva la prestación asegurada por el fallecimiento del tomador, ya que si bien en el momento de la contratación tenía dolencias que dieron lugar a su muerte, había "claros errores" en los datos del cuestionario relacionados con sus características físicas del hombre, como su peso o altura.

Así lo concluye una sentencia dictada por la titular de este órgano judicial, Lara González Gutiérrez, a la que ha tenido acceso Europa Press, y que estima íntegramente la demanda interpuesta contra Liberbank Vida y Pensiones, Seguros y Reaseguros.

En el fallo, la jueza también ordena a la entidad a abonar a los familiares de la víctima los recibos del préstamo hipotecario suscrito, y que han sido pagados por ellos desde que falleció el asegurado.

La parte demandante, representada por el abogado Mario García Oliva, admite que si bien en el momento en que contrató el seguro de vida el hombre sufría dolencias que finalmente dieron lugar a su muerte, "nunca le hicieron las preguntas relativas a la salud que se recogen en el cuestionario".

En este sentido, la resolución judicial destaca datos descriptivos del tomador que son "incorrectos", ya que se indica una altura de 1,80 metros cuando medía 1,63. Además, se especifica un peso de 80 kilos cuando el asegurado pesaba más de 90, hecho que "hace dudar de que haya sido el asegurado el que haya respondido al cuestionario".

A ello se suma la prueba testifical en el juicio al agente que intervino en la contratación. Tras analizar su declaración, la jueza no puede concluir la "efectiva realización" del cuestionario, teniendo en cuenta varios aspectos, como que este testimonio ha sido "en ocasiones indeterminado y vacilante".

Y tampoco ha dado explicación a los citados errores descriptivos, manifestando "de forma genérica que podría tratarse de un error, lo cual parece bastante difícil teniendo en cuenta la experiencia que alega".

"Manifiesta el testigo que ha hecho el cuestionario en múltiples ocasiones, pero ha dudado especialmente a la hora de determinar el número de preguntas y su contenido", prosigue el fallo, para añadir que también "duda" a la hora de determinar si la firma en el notario es "anterior o posterior" a la lectura del cuestionario.

Y "aunque parece estar muy seguro de la realización de las preguntas, duda sobre algunos datos relevantes", y especifica además que hizo el cuestionario al hombre y su esposa, cuando en el contrato únicamente aparece la firma de él.

En este sentido, el responsable de la suscripción manifestó en la vista que era la mujer la que hacía las gestiones con la aseguradora, yendo después el marido a firmar.

DESIDIA

Así, es "bastante indicativo de la desidia" de la compañía -sostiene la juzgadora- el hecho de que en un seguro de vida anterior ni siquiera consta la rúbrica de él, algo "muy relevante y revelador" si se tiene en cuenta que el hombre consta en el encabezado como tomador y asegurado, siendo su mujer también asegurada, aunque solo aparece la firma de ella en el apartado de tomador-asegurado y no en el de asegurado.

Al hilo, la sentencia destaca la "larga" relación de negocios existente entre Liberbank y el fallecido, desde el año 2000, lo cual "hace suponer una especial relación de confianza entre las partes que explica la realización de gestiones fluidas que dieron lugar a esta situación".

ERRORES

Por todo lo anterior, teniendo en cuenta "la existencia de claros errores en los datos del cuestionario, el testimonio insuficiente del testigo y el resto de datos periféricos que lo corroboran", la jueza concluye que Liberbank no ha acreditado la realización "correcta y completa" del cuestionario.

En consecuencia, conforme a la Ley del Contrato de Seguro, el tomador queda exonerado de la obligación de declarar todas las circunstancias por él conocidas que puedan influir en la valoración del riesgo.

Así las cosas, se trata de un seguro de vida que cubría el fallecimiento del asegurado, siendo beneficiario el banco, por el capital pendiente de amortizar en el préstamo asociado.