La red de carreteras de Cantabria es actualmente la mejor a nivel nacional

Las carreteras españolas de la red general del Estado y de las comunidades autónomas necesitan cerca de 10.000 millones de euros para alcanzar unas condiciones de mantenimiento y seguridad óptimas, después de haberse mantenido en condiciones desfavorables durante la última década tras la caída de las inversiones como consecuencia de los recortes derivados de la gran crisis financiera de 2008.

De esos casi 10.000 millones de déficit en conservación (9.918), 198 son en Cantabria, la comunidad en datos totales con un menor déficit, según el último informe elaborado por la Asociación Española de la Carretera (AEC).

Pese a este déficit, las carreteras en Cantabria superan la media nacional en casi todos los ámbitos. Así son las séptimas de España con mejor estado del firme, ocupan la primera posición en balizamiento y puestos de cabeza en señalización horizontal y en el estado de las barreras de seguridad, en cuarto y quinto lugar, respectivamente.

Solo hay un aspecto donde están peor que la media, que es en cuanto a señalización vertical y son las cuartas peores en este ámbito.

Por comunidades autónomas, Castilla y León es la comunidad más necesitada, con un déficit de 1.738 millones de euros, seguida de Castilla-La Mancha, con otros 1.297 millones, y de Andalucía, que requiere 1.276 millones. Estas cifras contrastan con los 326 millones de Madrid, los 735 millones de Cataluña o los 198 millones de Cantabria.

Según este último informe de la AEC, el déficit es de 9.918 millones de euros, lo que supone un aumento del 32 por ciento respecto a hace dos años. En torno a 2.000 millones se debe al deterioro de las carreteras y otros 1.500 millones al aumento de los costes de los materiales, que comenzaron hace un año a entrar en una espiral inflacionista.

Además, el deterioro del pavimento no sólo repercute en una peor seguridad para los usuarios, sino que incrementa en un 10 por ciento tanto el consumo de carburante como las emisiones contaminantes, causando un triple perjuicio para la sociedad, sobre todo en este momento de crisis energética y de concienciación con el calentamiento global.

De los cerca de 10.000 millones de euros en inversiones necesarias, 3.261 millones pertenecen a las carreteras del Estado --que cuentan con 26.400 kilómetros--, y 6.657 millones a las que están en manos de las comunidades autónomas --que suman otros 75.300 kilómetros--. Asimismo, 9.456 millones irían destinados al pavimento y 462 millones al equipamiento vial (señalización, barreras o elementos de balizamiento).

Con estas cifras, el presidente de la AEC, Juan Francisco Lazcano, no cree que sea "un disparate" la propuesta para introducir peajes en las carreteras, una medida que el Gobierno se ha comprometido a estudiar ante Bruselas y que serviría para reducir estos déficits.

BAJAS PUNTUACIONES

El estudio detalla que el firme de las carreteras comenzó a estar en un estado deficientes desde 2009, con una calificación ahora de 134 puntos en la red estatal y de 126 puntos en la autonómica, en ambos casos sobre 400 puntos. Las mejores puntuaciones se encuentran en País Vasco, Extremadura y Comunidad Valenciana y las peores en Aragón, La Rioja y Asturias.

El director general de la AEC, Jacobo Díaz, ha remarcado que el estudio se ha realizado, además, después de que se hayan dejado de hacer 132 millones de viajes de largo recorrido a causa de la pandemia. También ha advertido de que las administraciones están dejando caer los pavimentos para hacer una reconstrucción total posterior, lo que tiene un coste mucho más elevado que destinar la inversión a actuaciones preventivas.

Los técnicos de la AEC han recorrido, examinado y calificado unos 3.000 tramos de carretera, de 100 metros cada uno, seleccionados aleatoriamente tanto en la red de carreteras del Estado como en la red dependiente de las comunidades autónomas y diputaciones forales.

En total, se han inspeccionado tres millones de metros cuadrados de pavimento, 3.000 señales verticales de código, 900 kilómetros de marcas viales, 200 kilómetros de barreras metálicas y 20.000 elementos de balizamiento.