El Gobierno de Cantabria ha pedido al Ministerio de Educación y Formación Profesional que adopte las decisiones en torno a la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) desde el "consenso", ya que ésta prueba depende de las comunidades autónomas.
El consejero cántabro de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, ha advertido que la ley actual de educación, la LOMLOE, ha introducido un nuevo modelo de enfoque competencial que implica cambios en la metodología docente y que está suponiendo "muchísimo trabajo de adaptación" en los claustros.
En paralelo, habrá que "acompasar" los sistemas de evaluación a los alumnos y las pruebas de acceso a la universidad, lo que "implica tomar muchas decisiones, formación e información", ha insistido.
Por ello, ha pedido al Ministerio que "en todas las decisiones que se tomen se tenga siempre como eje al alumnado y que se haga todo por consenso, porque es una prueba va a determinar el acceso a la universidad en todo el territorio nacional y que se gestiona desde cada uno de los territorios, y eso tiene una serie de consecuencias que nos preocupan".
Así, aunque Silva mostró ayer su satisfacción tras conocer que el Ministerio había decidido mantener la actual EBAU y retrasar la implantación de un nuevo formato, hoy ha señalado a preguntas de los medios tras una rueda de prensa sobre el comienzo del curso escolar que eso "no quiere decir que estemos plenamente satisfechos con la situación actual".
Y es que el consejero ha celebrado que por ahora no se vaya a cambiar la prueba tal y como él defendía, ya que entiende que un nuevo modelo inmediato "generaría posibles perjuicios e inseguridades", pero es "consciente de que tiene que haber una orden reguladora" de la prueba que se desarrolle en junio de 2024.
