El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de Cantabria, Guillermo Blanco, ha destacado el papel fundamental que desempeñan los programas de mejora genética que promueve el Gobierno regional para impulsar el crecimiento del sector ganadero en la comunidad autónoma.
Así lo ha dicho con motivo de su asistencia en la localidad de Hermosa, en Medio Cudeyo, al proceso de selección anual de sementales bovinos de raza tudanca y monchina.
"Estos programas ayudan a garantizar un adecuado crecimiento de las explotaciones ganaderas con ejemplares singulares que contribuyen a la promoción y recuperación de las razas incluidas como en peligro de extinción en el Catálogo de Razas de Ganado de España", ha dicho.
Ha sido en la visita a la finca La Torquilla, donde dos de ellos, uno por cada raza, han sido adquiridos por el Ejecutivo auotonómico para su uso como sementales y su posterior cesión para la mejora genética de las explotaciones ganaderas de la región.
En el caso de la raza monchina, el toro adquirido por la Consejería ha sido bautizado como Torquillo y pertenece a la ganadería de Fernando Puente Bringas, de Guriezo, mientras que el mejor ejemplar de raza tudanca es de María Ángeles Palencia de Mazcuerras y ha sido bautizado con el nombre de Palentino.
Tras comprobar la buena calidad de los ejemplares que se han sometido al programa de testaje del Gobierno, --consistente en el control de la ganancia de peso diario durante su estancia en el pasto (170 días), además de los índices genéticos y las características morfológicas--, el consejero ha defendido la preservación y desarrollo de estas razas ganaderas porque "son patrimonio genético" de Cantabria.
Y ha felicitado a todos los titulares de las ganaderías que han participado en el programa por el trabajo que realizan en sus explotaciones para poner a disposición del sector reses "de una calidad inigualable" que se caracterizan por su "rusticidad y capacidad de adaptación al medio".
El titular de Ganadería ha aprovechado el acto para animar a los ganaderos cántabros a que sigan colaborando con los programas de mejora genética que existen en la región porque, en su opinión, "es la mejor forma que tenemos de impulsar el crecimiento del sector ganadero en la comunidad".
En la prueba de testaje también han estado presentes la directora general de Ganadería, Beatriz Fernández; la alcaldesa de Medio Cudeyo, María Higuera; el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Vaca Tudanca, Lorenzo González, y el presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Monchina, José Ángel Saiz, informa el Gobierno.
El presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Vaca Tudanc ha destacado la buena dinámica que está experimentando la mejora genética en los últimos años en Cantabria y la calidad morfológica de las explotaciones cántabras.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Monchina ha puesto en valor la importancia de estas razas, que contribuyen a la preservación del medio ambiente y el desarrollo del medio rural.
MEJORA GENÉTICA
El programa de testaje de este año del Gobierno cántabro comienza con la firma de un convenio de colaboración entre la Consejería de Ganadería y los ganaderos dispuestos a ceder varios terneros de sus ganaderías para que se sometan a unas pruebas de crecimiento y calificación morfológica.
En concreto, han participado diez terneros tudancos de nueve ganaderías diferentes y ocho terneros monchinos de seis titulares de explotación. El mejor de cada lote es utilizado para semental y adquirido por la Consejería por un precio de 2.000 euros.
Tras el testaje, se establece un lote con los animales aptos para ser utilizados como sementales en los rebaños de origen o para ser vendidos para esta finalidad a otros ganaderos.
El que es finalmente seleccionado como mejor animal del lote pasará a reproductor, bien por monta natural en rebaños de la Consejería o por técnicas de inseminación artificial, pudiendo ser subastado o cedido a ganaderos de la asociación respectiva, una vez cumplida su misión como reproductor en los centros mencionados.
Además del coste de los animales adquiridos, la Consejería asume el mantenimiento de los animales en la finca La Torquilla durante buena parte del año, así como las tareas de manejo de ganado, alimentación, programas sanitarios, estabulación y pastoreo, entre otras.
