Adif ha destinado nuevas inversiones a la modernización de la electrificación de la red de Cercanías de ancho métrico de Cantabria, en concreto a la renovación de las subestaciones de Puente San Miguel, que forma parte de la línea Santander-Cabezón de la Sal; y de Orejo, de la línea Santander-Liérganes, por un importe de licitación de 2 millones de euros.
Las subestaciones son instalaciones encargadas de recibir el suministro eléctrico y adecuarlo a las características que precisa el tipo de electrificación de la línea que deben alimentar, ha explicado en nota de prensa Adif, que ha indicado que estos trabajos se enmarcan en su "continua apuesta" por reforzar la fiabilidad y potenciar la capacidad de la red de ancho métrico de Cantabria y forman parte del Plan de Cercanías de la comunidad autónoma.
A este mismo plan corresponde la inversión destinada a la construcción de una nueva subestación eléctrica de tracción en Requejada, en la línea de ancho métrico Santander-Cabezón de la Sal, licitada el pasado mes de julio por importe de 4 millones de euros.
En paralelo a las actuaciones en electrificación, Adif ha licitado por más de 34 millones de euros trabajos de renovación de la señalización de tres tramos de la red de Cercanías de ancho métrico de Cantabria: el de Torrelavega-Santander (línea Santander-Oviedo), y dos de la línea Santander-Bilbao: Santander-Nueva Montaña, y Maliaño-Astillero.
Esta operación consistirá en la instalación del Bloqueo Automático Banalizado (BAB), un sistema de señalización que regula la velocidad de los trenes mediante información continua en cabina y que permite incrementar la operatividad en ambos sentidos de las líneas, con el consiguiente refuerzo de su capacidad
Estas actuaciones constituyen un "nuevo avance", según Adif, en el Plan de Cercanías de Cantabria, que cuenta con una inversión de unos 640 millones de euros, de los que unos 280 millones corresponden a las líneas de ancho métrico.
Asimismo, contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como es el número 9, que fomenta infraestructuras "fiables, sostenibles y de calidad".
