El hombre acusado de utilizar a su sobrino, menor de edad, para distribuir cocaína entre terceros ha admitido este lunes los hechos en el juicio contra él, celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria.
La vista se ha desarrollado en la Sección Primera con conformidad de las partes -fiscal y defensa- y el procesado ha aceptado los cuatro años y medio de prisión propuestos para él, así como una multa de 6.000 euros por un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud.
Se ha aplicado la atenuante muy cualificada de toxicomanía, con la que se ha rebajado a la mitad la pena solicitada inicialmente por el representante del ministerio público, que pedía nueve años y el pago de 8.000 euros, también por tenencia ilícita de armas, por un revólver hallado en el registro domiciliario.
Pero finalmente no ha sido juzgado por este último hecho, ya que el modelo encontrado es libre para mayores de edad sin necesidad de guía de pertenencia y licencia.
Así, no concurren los elementos del artículo del Código Penal por el que se imputó el ilícito y solo se sanciona administrativamente la posesión fuera de casa por ser una conducta atípica.
Ahora bien, aunque la Fiscalía no ha acusado por este motivo, sí ha interesado el comiso de la pistola en cuestión.
Por lo demás, y según su escrito de acusación, los agentes de policía sorprendieron al menor, de 16 años, entregando drogas en dos ocasiones.
En el registro autorizado judicialmente en el domicilio del chico hallaron, dentro de una caja fuerte -que fue abierta con la llave que portaba el procesado-, dos bolsas de cocaína, con un peso total de 122 gramos y un valor en el mercado superior a los 7.500 euros.
Posteriormente, se registró la vivienda del acusado y se encontró el revólver de su propiedad.
