La Asociación Ciudadana Cántabra Antisida (ACCAS) celebra su 31 aniversario valorando los "avances" en el abordaje del VIH/sida, que cree que han sido "abrumadores" en lo sanitario aunque menos en lo social.
"Es un hecho que en el ámbito social los avances no han sabido ir acordes a los sanitarios", ha opinado ACCAS en un comunicado remitido con motivo de la jornada celebrada este viernes en la Biblioteca Central con motivo de sus 31 años prestando una atención integral a la problemática del VIH/sida en la comunidad.
La asociación ha reconocido que los avances en materia de derechos "han sido muchos", pero cree que hay que "poner el foco en los retos que quedan por delante en cuanto a vulneración de derechos, estigma y discriminación, que todavía siguen percibiendo las personas que viven con VIH y por ende la sociedad sigue reproduciendo".
ACCAS ha puesto en valor a las asociaciones, entidades y personas que "han dedicado su tiempo y su vida a garantizar que no se quebrantasen los derechos y la dignidad de las personas que viven con VIH" y que han trabajado en la elaboración e implementación de programas, proyectos e iniciativas para poder mejorar su calidad de vida.
La jornada de hoy han buscado ofrecer una visión integral y evolutiva de la realidad del VIH durante estos 31 años, como los logros conseguidos y los retos por asumir.
Ha sido inaugurada por el presidente de ACCAS, Carlos Salmón; la coordinadora de Trabajando en Positivo, Raquel Sebastián; la consejera de Inclusión Social del Gobierno de Cantabria, Begoña Gómez del Río, y la concejala de Servicios Sociales y Salud del Ayuntamiento de Santander, Zulema Gancedo.
En su intervención en el acto, la consejera ha resaltado también los avances en materia de VIH/Sida, aunque ha advertido que "esto no puede servir para bajar la guardia". "No nos podemos permitir ni un paso atrás", ha avisado.
En este sentido, ha hecho un especial llamamiento a los jóvenes, destacando la importancia de la "formación e información". Y es que, a su juicio, el hecho de que la infección por VIH ya no sea mortal ha creado una "falsa sensación de seguridad" entre los jóvenes, "que han perdido el miedo a la transmisión".
Por eso, ha insistido en la necesidad de que los jóvenes tomen medidas de prevención para evitar su transmisión.
Además, Del Río ha insistido en que "hay que seguir trabajando para defender la imagen y la dignidad de los afectados por VIH", tal y como viene haciendo, desde hace 31 años, la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida (ACCAS), a quienes ha querido mostrar "todo su apoyo" participando en la jornada que hoy conmemora toda su trayectoria en Cantabria.
Gómez del Río considera que se ha "avanzado muchísimo para reducir el estigma y la discriminación que sufren, en demasiadas ocasiones, las personas con VIH y sus familias".
La consejera ha elogiado la "incansable" labor de ACCAS y ha considerado que, al igual que el reto de entidades del tercer sector, es un "actor fundamental para las Administraciones públicas, porque ayudan a diseñar las políticas públicas".
Además, ha afirmado que el Gobierno de Cantabria seguirá apostando por el tercer Sector, que es "absolutamente" necesario. "Ayudaros a vosotros es ayudar a la sociedad", ha añadido.
Por último, la consejera ha conminado a los presentes a proteger a las personas con VIH y ayudar en la lucha contra el autoestigma, la autoexclusión y la soledad no deseada, trabajando de la mano con el Gobierno para "remar juntos en la misma dirección".
En este sentido, ha animado a ACCAS a continuar siendo un ejemplo de "entusiasmo, ganas y dinamismo", sin abandonar en ningún momento la formación y procurar una atención integral a las personas con VIH y sus familias.
Tras la proyección el vídeo '30 años y... un recuerdo' han tenido lugar dos mesas redondas sobre los 'Retos y logros de 30 años de respuesta comunitaria al VIH' y 'Experiencias de 30 años de atención al VIH'.
ACCAS tiene una larga trayectoria en Cantabria. Desde sus orígenes, ofrece una atención integral a la problemática del VIH/Sida, de asistencia, integración, apoyo, información, educación, prevención y defensa de derechos en personas que conviven con el VIH, personas vulnerables y población en general; a través de servicios o programas accesibles, de calidad y en constante evolución, promoviendo la participación y la justicia social.
