Los Zamarrones conservan la tradición

Actuación del grupo Arvejales
photo_camera Actuación del grupo Arvejales

Luis Ramón Guillerna García, es uno de los supervivientes del inicio de la Asociación Amigos de los Carabeos, asumiendo su cargo de presidente las dos últimas décadas. Recuerda, al Comarcal de Campoo, como la tradición de los zamarrones se recuperó el año 2001, “siendo el primero y principal objetivo de nuestra asociación”. Empezaron, con dos personajes, que se fueron incrementando en número: “nueve componentes hemos salido a participar el sábado, colaborando con nuestras fiestas”.

Desde la asociación, “estamos buscando cantera para que no se pierda la tradición, así un jovencito se ha acoplado al grupo, porque necesitamos nueva savia, ya que en los veintidós años de historia de los zamarrones, la mayoría de los colaboradores han ido dejando la agrupación por la edad”.

Mascarada carnavalesca

Pero, aunque los zamarrones contribuyen con su presencia a ensalzar las fiestas de Los Carabeos, Guillerna García recuerda como son unos personajes, que salen el “domingo gordo” anterior al miércoles de ceniza. “Cada zamarrón abandona su casa intentando no ser ni reconocido ni visto, para reunirse en Arroyal y todos juntos pedir la perruca”.

“Vestimos un llamativo sombrero decorado con flores de papel, la capa que antaño se utilizaba para los bautizos y los pantalones que son faldones o almohadones, que cuando termina la mascarada se sueltan y vuelven a su función original”.

“Llevamos también unas polainas y una fusta, ésta para atosigar a aquellos que no te dan la perruca, corriendo detrás de ellos; mientras que usamos la vara o pértiga para apoyarnos cuando corres y saltas los obstáculos que encontramos en el camino”.

Una vez recorridas todas las casas, piden el aguinaldo, juntándose en la plaza de Arroyal, y allí, una comparsa canta las tradicionales “coplas”. La figura de la comparsa en carnaval, es de acompañamiento, cantando en las casas que no tienen hijos. Las letras de las coplas cantan sobre temas de actualidad de los tres barrios: San Andrés, Barruelo y Arroyal de los Carabeos.

Nueve mujeres participan en la comparsa:

La comparsa ha estado en esta ocasión, compuesta por nueve vecinas, que cantaron las mismas coplas que el mes de febrero, y que hicieron alusión a la enfermedad del covid-19, que durante dos años ha paralizó el normal desarrollo vecinal en Valdeprado del Río, y sobre todo, en la vida de los más mayores en edad. En tono jocoso, cantaron coplas alusivas como esta: “ya que no tocó la lotería, sí unos cuantos eólicos”, preguntándose ¿porqué no los colocan en el mar?

Las coplas cantadas el sábado para el disfrute de los numerosos visitantes, que cada verano llenan todas las casas del municipio, manifestaron otras inquietudes vecinales: como “el pueblo sin vecinos se queda”, haciendo alusión al despoblamiento; “el suelo del poli está roto haber si se arregla” y “el bar de Los Carabeos está cerrado, haber si se abre”.