Enrique Martínez González, con este premio de la Pantortilla de Oro, agradece que la Peña Campurriana de Santander se haya fijado en nuestro investigador reinosano y cántabro. Opina, que el significado del reconocimiento debe querer decir, que las cosas no las he hecho tan mal. Con estas palabras tan joviales, “Quique”, como le conocemos cariñosamente, comienza a dirigirse a todos los campurrianos.
Cómo conlleva su trabajo profesional y su vida social
He debido tener una “doble vida”, porque no es fácil combinar la dedicación a la investigación física con la participación en todas las actividades culturales que practico en Campoo y en Cantabria: tanto con la ronda La Pozona, el Día de San Sebastián, en Requejo con los villancicos, en Cueto también”.
De qué, o de quién se siente agradecido
Primero quiero dedicar esta distinción a mis padres, que son campurrianos, pero que no están aquí. Seguro que les hubiera encantado acompañarme en esta tarde mágica.
Dedico el premio también a mi familia: cuñados, sobrinos y, en especial, a Carmen, que es una supernova, y además, canta mejor que yo. También a mi hija, qué como yo, se dedica a la investigación y que ahora está dando sus primeros pasos, en otra área de la ciencia cada vez más importante, porque creo que éste va a ser el siglo de la biología.
En el apartado cultural y social, dedico el premio a la ronda y a los amigos de La Pozona, por todos esos buenos ratos que hemos vivido, y que espero sigamos pasando, ya que sin la ronda no hubiera llegado hasta aquí. No quiero olvidarme de mi primera ronda, El Argumizo, que no solo cantábamos, sino que hicimos carretas, y ganamos el año del centenario.
Un premio por ser un notable investigador
Estoy doblemente agradecido. Me habéis premiado por las dos cosas que más me gusta hacer, tanto cantar como investigar. El trabajo de la investigación lo hago con mucho gusto.
Investigar la astronomía, la física, el origen del universo, algo que siempre ha sido un tema de lo más interesante para mi, y al que sigo dedicando todo mi tiempo.
La vida de un investigador, es una vida dedicada al trabajo, por eso tiene mérito en este sentido, poder tener algo de tiempo para hacer otras cosas que no sean la investigación.
Martínez nos habla de sus principios.
Trabajo en el Instituto de Física de Cantabria, en la Avenida de Los Castros, en un instituto mixto entre los Universidad de Cantabria y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Pertenezco al segundo, y la mía fue la primera plaza que creó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Cantabria en 1990.
En 1995, se crea el instituto mixto, que pertenece a estas dos instituciones y combina muy bien la parte de profesorado con docencia añadida de la UC, y por otro lado, estamos los que somos investigadores de un Consejo.
Gracias a la pandemia se nos conoce más.
Durante la pandemia se nos conoce más. Gracias a todo el desarrollo de las vacunas, y a todo lo que hace la ciencia que hay que valorarlo en su justa medida y ponerla en el sitio que le corresponde.
La carrera de un investigador es muy especial, ya que muchas veces dedicas más tiempo del que te gustaría, porque es muy exigente.
Los jóvenes investigadores deben estudiar en el extranjero.
Creo que todos los jóvenes investigadores deben salir fuera de España, porque tienen que prepararse y conocer la forma en la que se funciona y cómo se investiga en otros países.
Todos los jóvenes tienen que hacer unos años de tesis doctoral o postdoctoral en el extranjero, primero porque no hay suficiente financiación, pero la razón fundamental es, porque la ciencia no tiene sentido sin ser y moverse en un ambiente internacional, con colaboración de cientos de personas.
La cooperación internacional es, por ejemplo, la manera de conseguir lanzar un satélite al espacio, que nos sirve para medir lo que queremos observar en el Universo: ya sean las galaxias, las estrellas, los planetas, la vida fuera del Sistema Solar o, conocer qué sucedió en los primeros instantes del Universo, que es a lo que me dedico en la actualidad.
Estuve 25 años dedicado a la misión Planck
El trabajo de la investigación conlleva mucho esfuerzo financiero, humano, somos cientos de personas las que trabajamos en estos satélites. Estuve dedicado unos 25 años a la misión PLANCK, de la Agencia Europea del Espacio, que tuvo los mejores resultados para conocer el Universo que conocemos ahora mismo. La información más valiosa salió de esta misión, y de la radiación del fondo cósmico del microondas, que popularmente se llama el hijo del Big Bang.
Cómo ha evolucionado su forma de investigación.
Desde que comencé a hacer la tesis en 1983, en Copenhague, hasta ahora, la ciencia ha evolucionado mucho, lo hemos visto todos y cada uno en la vida cotidiana. En aquel momento nuestro trabajo se plasmaba en artículos dirigidos a revistas especializadas.
Entonces, la forma de escribir un artículo era una máquina de escribir, que si te confundías al redactarlo tirabas el papel a la papelera y comenzabas de nuevo, dejabas unos huecos para escribir fórmulas y ecuaciones.
No existía procesador de texto y las máquinas de escribir tenían las teclas limitadas, y las figuras se hacían a mano. Los resultados cuando querías mostrarlos en una curva se trazaban con rotring en una plantilla, y si te equivocabas comenzabas de nuevo.
Los artículos una vez terminados los enviábamos por vía postal, a las revistas que se encontraban en Inglaterra o Estados Unidos, y que podían tardar una semana en llegar a su destino. Luego, otros colegas expertos en la materia en otros lugares del mundo, evaluaban nuestro trabajo.
Nuestros colegas hacían sus comentarios y críticas y, finalmente, si eran aceptados, se publicaba. Pero, hasta su publicación, la revista te daba unas copias de los artículos enviados vía postal, cogías cien copias, las metías en sobres y las enviabas a los departamentos de todo el mundo, pensando que podían estar interesados en el resultado.
Aquel proceso que hasta su publicación podía tardar un año; ahora se hace instantáneamente y con todas las herramientas a nuestra disposición. Subimos el artículo a una base de datos, y cualquiera, desde cualquier punto del mundo, tiene acceso a nuestra información.
La inmediatez, es un claro ejemplo de lo que hemos avanzado en la ciencia, en la forma de comunicarnos y dar a conocer nuestros conocimientos, porque la ciencia es avanzar en el conocimiento de una temática, y darlo a conocer a los demás. Lo que no tiene sentido es que me guarde los resultados, porque así la ciencia no avanza.
En mi caso particular, para difundir nuestros conocimientos es muy importante la colaboración con el grupo de cosmología observacional e instrumentación del Instituto de Física, además de colaborar con un amplio abanico y perfiles de investigación en ciencia, que nos permita hacer un satélite para observar el universo.
Un proyecto de futuro.
Actualmente, estoy trabajando en una misión internacional japonesa que se lanzará en 2030, dirigida a estudiar la polarización del fondo cósmico de microondas. El objetivo es muy interesante, ver si somos capaces de detectar la huella dejada por las primeras ondas gravitacionales que aparecieron en el universo, asociadas a sistemas binarios de agujeros negros.
Nuestro futuro proyecto va dirigido a estudiar el comienzo del universo, y observar las primeras ondas que aparecieron en el universo desde que se creó. Esperamos encontrarlas y que todo sea como pensamos, o que nos de una sorpresa todavía mejor que las anteriores.
