Cámara Torrelavega defiende el Corredor Cantábrico-Mediterráneo desde la Alianza Europea de Corredores

Cámara Torrelavega se ha incorporado a la Alianza Europea de Corredores Ferroviarios para defender el desarrollo de la infraestructura de comunicaciones de la Península Ibérica en base a los principales corredores naturales que la vertebran, ya incluidos en la Red Transeuropea de Transporte TEN-T, como el Corredor Cantábrico-Mediterráneo Sagunto-Teruel-Zaragoza-Bilbao.

Esta línea "une y vertebra" el Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico desde la Comunidad Valenciana al País Vasco y Cantabria a través de Aragón, Navarra y La Rioja, ha explicado el presidente de la Cámara, Cargos Augusto Carrasco.

A su juicio, es necesario reivindicar una red "competitiva" de ferrocarril a través del desarrollo de los corredores naturales que atraviesan las regiones con "gran potencial" de desarrollo de la Península -corredores de interior-, con el objetivo de crear plataformas empresariales que generen actividad económica, logística e industrial y que contribuyan a la vertebración y reequilibrio del país para el desarrollo de territorios "con baja densidad, dispersión y envejecimiento de la población mediante fondos europeos de compensación".

Esto supondrá el desarrollo de las conexiones transfronterizas en la península contribuyendo a la definición del proyecto y a la ejecución de un gran eje de transporte desde los puertos y centros logísticos del suroeste de Europa hacia Francia y el Mar del Norte, ha continuado.

Por otro lado, el objetivo es favorecer que el transporte por carretera utilice los servicios ferroviarios al objeto de descongestionar las infraestructuras viarias y los puertos y contribuir a la descarbonización.

La Cámara ha señalado en nota de prensa que la Península Ibérica es el territorio europeo "peor conectado por ferrocarril con el centro de Europa". De esta manera, España sólo transporta por ferrocarril el 3,8% de sus mercancías, lo que supone una desventaja competitiva de los puertos frente a otros europeos del mediterráneo.

Y es que las conexiones de la Península Ibérica y el resto de Europa son "muy limitadas". Mientras que Italia comparte siete conexiones ferroviarias transfronterizas, Francia y España comparten solo los pasos por los extremos pirenaicos, estando ambas conexiones relegadas a un segundo plano por la prioridad de las líneas de viajeros y las dificultades del ancho de vía, ha advertido la entidad cameral.