El último ataque del lobo en la región se produjo al amanecer de hoy, en Reocín, junto a las casas de la antigua mina de Azsa, 25 cabras, 3 ovejas y un ternero, es el saldo del la visita del lobo. La situación que se viene viviendo en Cantabria debido a la super población de lobo ha provocado que la Consejería de Medio Rural diera un paso atrás atendiendo a las demandas de los ganaderos y mantenga al lobo como especie cinegética - cazable -, entendiendo que tras el fuerte invierno de 2015, las lobas criaron numerosas camadas dado que había, provocado por la nieve, una gran cantidad de alimento en los montes.
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Terneros, ovejas y cabras... el último botín del Lobo