Los Corrales de Buelna, nuevo destino para los amantes de lo ajeno

Seguimos improvisando. Seguimos sin dar respuestas que satisfagan todas las dudas que albergamos desde hace tanto tiempo que algunos ya no recuerdan cuándo comenzó todo esto ni cuándo se le pondrá fin. 

photo_camera Los Corrales de Buelna, nuevo destino para los amantes de lo ajeno

Amanece en Los Corrales de Buelna con la visita de las escasas lluvias que hemos recibido en lo que llevamos de año. Más madrugadores y espléndidos son los fieles compañeros que visitan con cierta regularidad nuestro pueblo en otro tiempo tranquilo y que despertaba poco interés en estos incansables amigos de lo ajeno. No han salido aún los corraliegos a recibirlos con la pompa y circunstancia que merecen. Los vecinos que en las tertulias de taberna y reuniones sociales de todo tipo comparten el sosiego que les transmite la labor de quienes son responsables de la seguridad ciudadana, alabando su labor y las medidas que hacen de nuestro pueblo uno de los focos más interesantes para este nuevo tipo de turismo. Se han tomado medidas, se han realizado reuniones para tranquilizar a la población constatando los buenos resultados que obtenemos en las estadísticas de delincuencia. Un acto de fe nos han pedido porque si bien las medidas están en marcha, ninguno las hemos visto aunque sí hemos constatado el escaso éxito de las mismas. Se nos habló de reforzar la policía local que no cumple con la media que corresponde por habitante. También escuchamos la posibilidad de recuperar el servicio nocturno, más que nada para que nuestros amigos de lo ajeno se sientan acompañados en todo momento, que sepan que habrá alguien que vigile y garantice el buen servicio que están ofreciendo a nuestros vecinos. Rumores también nos llegaron de vigilancia a través de cámaras situadas estratégicamente en nuestro pueblo, incluso en los límites no siempre bien señalizados para conocer quién entra y sale, elaborando así otra estadística con la que comprobar el éxito que están teniendo estas jornadas de puertas abiertas para los nuevos e incluso los más experimentados. Seguimos improvisando. Seguimos sin dar respuestas que satisfagan todas las dudas que albergamos desde hace tanto tiempo que algunos ya no recuerdan cuándo comenzó todo esto ni cuándo se le pondrá fin.  No voy a escribir nombres que responsabilicen a nadie ni pedir que asuman las consecuencias de su gestión porque estoy seguro de que exceden su competencia al ser este un drama que va más allá de las fronteras de su jurisdicción. Sí que pediría que reconocieran su impotencia al no ser capaces de hacer frente a la situación. Sí que demandaría una actuación coordinada en toda Cantabria, primero para esclarecer quién o quiénes son estos visitantes, si son reincidentes o de nuevo cuño y por qué es ahora cuando han elegido nuestra tierra como destino preferido para realizar sus actividades. Luego ya, si tienen tiempo, que actúen con la ley en la mano y los recursos suficientes en las calles. Dan Menéndez.