Alejandro Martínez, conocido como “Horien”, “El del Ancla” y, para los más cercanos, simplemente “Leyenda”, falleció ayer viernes 25 de julio de 2025 en Villanueva de "Villa-excusa".
Su esquela publicada hoy, llama la atención de los lectores, rodeada del misterio que siempre le acompañó, pone fin a una vida intensa y profundamente marcada por el arte, la calle y las historias que se escriben con tinta en la piel.
Artista inconfundible, boina inseparable y "mirada de viernes eterno", Alejandro fue un personaje único en la escena urbana cántabra. Su presencia, su forma de contar la vida desde la barra de un bar y su talento dejando huella en la piel de tantos, lo convirtieron en alguien imposible de olvidar.
Falleció “víctima de su propia fama, a los años que nunca se sabrán con certeza”, recoge su esquela, en la que se le despide con el mismo estilo irreverente y auténtico que le caracterizaba.
Le sobreviven su madre Esperanza, sus hijas Izara y Noive, su pareja Martuky, su familia, sus amigos, su querida Panda del Tattoo, los de la esquina del Niagara y todos aquellos que se cruzaron en su camino.
La despedida se celebrará, como a él le habría gustado, “en cualquier callejuela con adoquines, música alta y buena conversación”.
La familia recibirá este sábado a partir de las 15:00 horas en la sala número 9 del Tanatorio Nereo Hermanos de Santander. El cuerpo será incinerado, aunque, como dice la esquela, “su espíritu seguirá en bucle en los callejones de lo eterno”.