La tradición de las marzas regresa al Ayuntamiento de Camargo tras la pandemia

El Ayuntamiento de Camargo ha recibido este martes a alumnos del colegio Sagrada Familia de Herrera, que han acudido hasta el exterior del edificio consistorial para cantar las marzas en un acto organizado en colaboración con las concejalías de Educación y de Festejos, después de dos años de ausencia a causa de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.

La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, ha agradecido a los estudiantes y a sus profesores el trabajo realizado en los ensayos previos y hacer posible que con iniciativas así "no se pierdan las marzas y se siga manteniendo algo tan importante para las tradiciones de nuestro municipio", ha indicado el Consistorio en nota de prensa.

La regidora, ha estado acompañada por el primer teniente de alcalde, Héctor Lavín; y los concejales de Educación, Teresa Pilar Fernández, de Festejos, Marián Vía, y de Obras, Íñigo Gómez; y ha subrayado la importancia de mantener y conservar entre los alumnos costumbres "tan arraigadas" como las marzas, que "ayudan a conocer el pasado y las formas de vida de generaciones anteriores".

Bolado también ha mostrado su satisfacción por "poder volver a disfrutar con las voces de los estudiantes interpretando estas canciones tradicionales".

Además de la interpretación de las canciones a cargo de los alumnos de educación Infantil y Primaria, también han hecho un recorrido por la historia de las marzas y han recordado que se trata de coplas populares propias del mes en el que nos encontramos, que los mozos cantaban en alabanza a la primavera a cambio de los aguinaldos que iban recogiendo de casa en casa.

El acto ha contado, además, con un carácter didáctico a través de una decoración que ha servido para que los alumnos conozcan el funcionamiento de los utensilios y las herramientas tradicionales que se usaban en el pasado en los pueblos, como calderos, hoces, cedazos, planchas de carbón, cestas, garrafones, botijos, yugos, campanos o mazas. Además, como es costumbre, una vez realizada la actuación, todos los alumnos han recibido de las autoridades dulces y regalos.

La iniciativa forma parte de la tradición que vienen manteniendo varios centros del municipio de salir a cantar marzas por las inmediaciones de las pedanías donde están enclavados, y el Ayuntamiento colabora con ellos con el objetivo de proteger y difundir esta tradición que cuenta con la consideración de Bien de Interés Cultural Inmaterial de Cantabria.