El Ayuntamiento de Piélagos ha adjudicado el servicio de guardería-ludoteca municipal, que presta en las localidades de Boo y Renedo, a la empresa Kiriku Galo, por un importe de 337.107 euros anuales (IVA exento) y un plazo de un año, prorrogable sin que pueda exceder de un máximo de tres.
Así lo ha anunciado el alcalde, Carlos Caramés, quien ha hecho hincapié en que, de esta forma, el Consistorio ha evitado el "cierre inminente" al que estaba abocado este servicio debido, según ha dicho, "a la pasividad" con la que se ha venido gestionando la situación a lo largo del último año.
En nota de prensa, ha recordado que en mayo de 2022 el Pleno aprobó, a propuesta del anterior equipo de gobierno y con la abstención del PP y Ciudadanos, desestimar la prórroga del contrato para la gestión de las dos guarderías-ludotecas municipales al considerar que "nunca" se habían cumplido las expectativas de autogestión, ordenándose la recepción de las instalaciones y la posterior liquidación del contrato.
El regidor ha explicado que el pasado 19 de junio, apenas 24 horas después de tomar posesión como alcalde, fue informado por parte del interventor municipal del cierre inminente, con fecha de 30 de junio de 2023, de las dos guarderías.
Ha indicado que el motivo de dicho cierre estaba fundamentado en el hecho de que el contrato de ambas instalaciones llevaba un año caducado y sin posibilidad de prórroga, según el acuerdo plenario de mayo de 2022 donde el equipo de gobierno anterior votó en contra de prorrogarlo, a pesar de que, en ese momento, prestaban sus servicios a 133 familias, al atender a 72 niños en Boo y 61 en Renedo.
Por ello, las facturas de los últimos meses se estaban pagando "con reparos" del interventor municipal.
Según Caramés, nada más conocer "la gravedad" de la situación, ante el perjuicio que se podría ocasionar a los vecinos que hacían uso de este servicio, se reunió con intervención y el secretario municipal, así como con los departamentos de Contratación y Servicios Sociales con el fin de buscar una solución que evitase el cierre de las instalaciones.
Inicialmente, dicha solución consistió en la formalización de un contrato menor, durante los meses de julio y agosto, mientras se redactaba el nuevo pliego para la licitación de la adjudicación mediante un procedimiento abierto y tramitación de urgencia del servicio.
Al respecto, ha recalcado que el 30 de junio de 2023, un total de 133 familias con hijos menores de 3 años iban a quedarse sin servicio de guardería-ludoteca municipal sin preaviso, con el grave perjuicio causado y sin margen para encontrar otras opciones de conciliación de la vida laboral y familiar.
Para el alcalde, evitar el cierre de las dos guarderías-ludotecas y garantizar la continuidad de un servicio esencial para las familias ha sido una cuestión "de decisión y de gestión política".
De hecho, ha puntualizado que con el cambio de modelo de gestión para garantizar el servicio y partiendo del número de familias beneficiarias, la inversión municipal se incrementa en 60.000 euros anuales.
No obstante, se ha mostrado convencido de que no había alternativa. "Las familias, la accesibilidad universal y las medidas de conciliación son el eje principal en el que se basan nuestras políticas", ha asegurado Caramés, quien ha agradecido la disposición "inequívoca" de todas las personas que han trabajado para buscar una solución urgente.
MÁS DE UN CENTENAR DE ALUMNOS
Caramés ha destacado que más de un centenar de niños de entre 3 meses y medio y tres años son atendidos diariamente en las instalaciones municipales, que prestan sus servicios, de lunes a viernes, de 7.30 a 16 horas, en Renedo, y hasta las 17, en Boo.
También ha recordado que las guarderías-ludotecas municipales ('La Jilguera' de Renedo y 'Garruchines' en Boo) fueron los primeros centros de estas características en Cantabria distinguidos recientemente con la bandera verde de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), en reconocimiento a su trabajo como Ecoescuelas durante los últimos tres años.
