La Fundación Cuin ha inaugurado en Revilla de Camargo una nueva vivienda tutelada que acogerá, a partir del mes de octubre, a seis jóvenes, de entre 17 y 21 años, a los que se prepara para su paso a la vida independiente.
En el acto se ha rendido homenaje a Ana Barros y Emilio Montaraz, responsables de la Fundación Huellas de Solidaridad, del Grupo Bárymont, que son quienes han donado, sin ningún tipo de contrapartida, este edificio ubicado en el barrio de El Carmen; una casa que antes de la pandemia sirvió como centro social a los mayores del Valle de Camargo.
A la inauguración ha asistido la consejera de Empleo y Políticas Sociales en funciones, Eugenia Gómez de Diego, que ha reivindicado el papel de los educadores sociales y de las entidades del tercer sector para lograr que los jóvenes adquieran hábitos sociales imprescindibles que les ayuden a llegar a la madurez e integrarse de forma plena en la sociedad, "con un ambiente estructurado, con actividades socioeducativas que mejoren sus competencias sociales".
Gómez de Diego ha destacado el trabajo conjunto del Gobierno de Cantabria, a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), que es quien tutela a estos niños y adolescentes y financia su estancia en estos hogares, con las entidades del tercer sector, para garantizar una infancia y adolescencia saludables a todos los menores, con "resultados sorprendentes y muy esperanzadores con la inserción de jóvenes que saben aprovechar esta nueva oportunidad".
Junto a la consejera, han asistido al acto los alcaldes de Camargo, Diego Movellán, y Piélagos, Carlos Caramés; el director de Trabajo, Gustavo García; así como representantes de la política regional y de entidades empresariales.
