Los dos forenses discrepan sobre la autopsia del anciano de Voto en 2017

Las que examinaron el cuerpo sostienen que murió por una fractura en el cuello que no se pudo provocar el fallecido.
Juicio contra acusada de asesinar al padre de su pareja en Voto en 2017
photo_camera Juicio contra acusada de asesinar al padre de su pareja en Voto en 2017

Las dos forenses que realizaron la autopsia al hombre que según la Fiscalía fue presuntamente asesinado por la pareja de su hija en Voto en 2017 han apuntado como causa de la muerte una fractura de cuello que no se pudo provocar el propio anciano, sino que fue provocada por "una fuerza externa", una versión con la que discrepan otros dos forenses que han estudiado su informe y que no están de acuerdo con su procedimiento y sus conclusiones.

En concreto, las primeras han sostenido que el hombre sufrió un movimiento "fuerte" de hiperextensión del cuello hacia atrás que le produjo la fractura de la vértebra C7 y de la médula, mientras que los otros forenses han apuntado a un fallo multiorgánico debido a la edad del anciano, de 86 años, y han explicado que la fractura podría habérsela producido durante la fase agónica o por convulsiones o espasmos, ya que además sufría osteoporosis.

Así lo han manifestado los cuatro forenses en la segunda sesión del juicio que comenzó este lunes en la Audiencia Provincial de Cantabria contra la acusada de asesinar al padre de su novia, al que cuidaba y con el que convivía desde hacía 11 años, en la que también han testificado otras dos peritos que hicieron el análisis del contenido gástrico del fallecido y varios familiares de éste.

Las forenses que hicieron la autopsia han insistido en que el hombre, que sufría demencia vascular y degenerativa, no pudo provocarse a sí mismo esa lesión debido a su movilidad reducida y porque "solo puede darse con un golpe fuerte", por lo que, de haber sido así, no habría aparecido en la cama.

Según han explicado, al ver el cadáver les llamaron "poderosamente la atención" dos lesiones puntiformes a la altura de la laringe, y tras realizar la autopsia concluyeron que hubo un movimiento provocado por una "fuerza externa" que llevó su cuello "totalmente hacia atrás" y "rebosó sus límites físicos", lo que le provocó la ruptura de la C7, una hemorragia en la zona cervical y una lesión en la médula que le produjo, entre otras cosas, una insuficiencia respiratoria.

Por el contrario, los otros dos forenses han asegurado que la fractura de la C7 "no causa la muerte" y que es "imposible" saber si existió lesión medular sin realizar una biopsia de la médula, por lo que han criticado que no se haya llevado a cabo esta prueba tratándose de una causa inmersa en un proceso judicial. "Lo que puede ser la causa de la muerte y servir para enjuiciar a alguien en una causa criminal no se hace", ha lamentado uno de ellos.

Por su parte, las primeras han insistido en que no realizaron la autopsia de la médula porque percibieron su fractura "a simple vista", y han insistido en que, tras analizar todos los órganos, no han encontrado otra causa que justifique la muerte además de ésta, ya que el paciente estaba "estable".

Además, han descartado las convulsiones porque no presentaba signos de haberlas sufrido, ni un fallo multiorgánico porque "hay una progresión". "No aparece y se lo lleva ya", han señalado tras recordar que el hombre se encontraba bien cuando la acusada le dio de cenar el día anterior sobre las 20.15 horas, según declaró en la primera sesión del juicio.

Por otro lado, las forenses han establecido la hora de la muerte entre las 20.30 y las 23.30 horas, por lo que descartan la posibilidad de que la acusada y su pareja hubieran escuchado un ronquido sobre las 5.30 horas de la mañana, tal y como manifestaron. Asimismo, han descartado que el ruido pudieran ser estertores del anciano porque según la autopsia habría fallecido varias horas antes.

La versión de estas forenses concuerda con la de la Fiscalía, que pide 20 años de prisión para la acusada por un delito de asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco, y que en su escrito de acusación señala, "con ánimo de acabar con la vida" del hombre, le "desplazó bruscamente hacia atrás la cabeza" ejerciendo una "importante" fuerza sobre la parte anterior del cuello, "venciendo los límites fisiológicos de su movilidad cervical".

"LA QUERÍA COMO A UNA HIJA"

En la sesión de este martes han declarado también cinco cuñados de la acusada --tres hijos, una nuera y un yerno del anciano-- que, al igual que los familiares que testificaron este lunes, han insistido en que su trato hacia el fallecido era "ejemplar" y "exquisito", y que él "la quería como a una hija".

El juicio continuará este miércoles con los informes y las conclusiones de las partes, y finalizará el jueves con el veredicto del jurado popular.