Los acusados de tener trabajadoras sin contrato en un club dicen que era un hotel y estaban "hospedadas"

Juicio contra acusados club New Borgia

Los dos responsables de un local acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores por tener a 21 empleadas sin dar de alta y sin permiso de trabajo han declarado en el juicio que se sigue contra ellos que el establecimiento que regentaban, el New Borgia, no era un club de alterne sino "un hotel", y que por tanto las chicas no eran trabajadoras, sino huéspedes que residían en él.

Los dos hombres han asegurado que en el establecimiento "no se desarrollaba la actividad del alterne ni la prostitución", sino que las chicas estaban allí "escuchando música y divirtiéndose" en el momento en el que agentes de la Guardia Civil e inspectores de la Tesorería General de la Seguridad Social -que ejerce la acusación-- llevaron a cabo la inspección, en la que hallaron a 14 mujeres sin dar de alta y otras 7 sin permiso de trabajo.

Por ello, la Fiscalía solicita para cada uno de ellos tres años de cárcel y multa de 3.600 euros, inhabilitación para ejercer el cargo de administrador de industria o comercio y la clausura del club, ubicado en la recta de Heras (Medio Cudeyo) por un periodo de tres años.

Según la versión de los acusados, que ya no dirigen el local, cuando tuvo lugar la inspección, en mayo de 2017, las chicas se alojaban en el "hotel" en régimen de pensión completa, pagaban el precio de las habitaciones como cualquier otro huésped y alguna hasta llegó a residir allí durante "un año".

En esta línea, han insistido en que los trabajadores del establecimiento --los camareros, cocineros o encargados de la limpieza--, sí estaban dados de alta en la Seguridad Social, por lo que han defendido que las chicas que se encontraban en la discoteca el día de la inspección no eran empleadas.

Además, y sosteniendo que estaban "hospedadas" en el hotel, han señalado que no se entrometían en lo que hacían los clientes en sus habitaciones y que, por tanto, si estas mujeres ejercían la prostitución en ellas, lo hacían "por su cuenta y riesgo". "Los señores del hotel entran y salen y lo hacen con quien quieren. Yo con que me paguen la pensión ya tengo bastante", ha manifestado uno de los acusados.

En concreto, éste ha reconocido que era el gerente del negocio, mientras que el otro acusado ha señalado que era entonces el propietario legal pero que "no ejercía como tal" porque trabajaba en Burgos en otro club, el Zafiro.

Por ello, ha dicho que de los contratos "se ocupaba la gestoría" y que él no había pasado por el local desde el mes de septiembre, por lo que no tenía conocimiento de lo que pasaba en mayo. Sin embargo, ha indicado que "no estaba al corriente de que hubiera prostitución" ni de que las chicas cobraran una comisión por cada copa que tomaban los clientes, como han señalado los testigos.

En concreto, además de los acusados, en la sesión de hoy han testificado tres agentes de la Guardia Civil, un inspector y dos subinspectores de trabajo que participaron en la inspección del club; así como una de las empleadas del local.

SE PROSTITUÍAN "VOLUNTARIAMENTE"

Los agentes han relatado que encontraron a algunas chicas tomando algo con clientes y a otras en las habitaciones, y que llevaban "muy poca ropa", algunas incluso solo lencería. "No era ropa para salir a la calle", han dicho algunos de ellos, contradiciendo la versión de uno de los acusados, que manifestó que "iban como va cualquier persona por la calle hoy en día".

Tal y como han explicado, la labor de los guardias civiles tenía como objetivo actuar contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, y en este caso no encontraron indicios de trata ya que ninguna de las mujeres les dijo que estuviese obligada a prostituirse.

En este sentido, tanto los agentes como los inspectores han señalado que "las 21 mujeres" reconocieron que lo hacían "voluntariamente" y han apuntado que durante las entrevistas que mantuvieron con ellas sus respuestas fueron "totalmente espontáneas" y "sin premeditación", además de que "no hubo posibilidad" de que recibieran órdenes o de ser coartadas.

Asimismo, todos ellos han coincidido en que, a su llegada al local, las chicas estaban "alternando" para promover que los clientes hicieran consumiciones, ya que, según han dicho, ellas mismas les trasladaron que cobraban una comisión por cada bebida que se tomaban.

Algunas de estas mujeres también estaban llamadas para declarar y no han asistido, por lo que se les volverá a citar y se retomará el juicio el jueves 20 de diciembre, para continuar con la prueba testifical y documental y con los informes y conclusiones de las partes.