Nestlé reduce en un 30% el uso de agua en su fábrica de La Penilla

Nestlé ha reducido un 30 por ciento el uso de agua en su fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria) gracias a la instalación de un sistema cerrado de refrigeración evaporativa que ha permitido la reutilización constante de este recurso durante la actividad productiva.

De esta manera, la planta cántabra ha pasado de usar 11,83 metros cúbicos de agua por tonelada de producto en 2021 a reducirla hasta los 8,35 el año pasado, lo que supone un ahorro de casi 417.000 metros cúbicos de agua, equivalente al consumo anual de más de 8.500 personas.

Según la empresa, estos buenos resultados se deben en gran parte a la instalación de dicho sistema de refrigeración que entró en funcionamiento el año pasado, con el que el agua que se usa en la actividad industrial permanece en circuito cerrado y se reutiliza demanera continua.

En este sentido, ha puesto de relieve en un comunicado su compromiso de preservar el caudal del río Pisueña que discurre junto a la planta. "Aunque en la actualidad ya devolvemos al río toda el agua que tomamos, gracias a esta instalación se ha favorecido la reducción de la cantidad de la misma que ha utilizado nuestra factoría durante su actividad productiva", ha afirmado su directora, Eugenia Otón.

Además, con la finalidad de avanzar en nuevas mejoras, Nestlé tiene previsto instalar próximamente un segundo sistema cerrado de refrigeración evaporativa que permitirá a la factoría dejar de abastecerse del agua del río, recurso que en la actualidad utiliza paraprocesos de refrigeración.

Desde la empresa se ha destacado que la fábrica de La Penilla se caracteriza por ser "pionera" en el cuidado del medio ambiente. Así, la planta inauguró su primera depuradora de aguas residuales en 1966, veinte años antes de que la ley obligara a ello.

Asimismo, hace ya más de una década que empezó a implementar circuitos cerrados de agua con torres de refrigeración, que han ido sustituyendo a los circuitos de refrigeración de un solo paso. Mediante este sistema, el agua permanece en un circuito cerrado que, mediante aerorefrigeradores, permite su reutilización constante sin necesidad de utilizar el agua del río y contribuyendo a mantener el caudal ecológico del mismo.

La factoría también cuenta con una planta de ósmosis inversa -instalación que permite filtrar el agua a través de membranas, y hacerla apta para usos industriales-, en funcionamiento desde el 2015.

Junto con esta reducción en el uso de agua, la fábrica de La Penilla también ha desarrollado en el último año diversas medidas que, según Nestlé, "demuestran su amplio compromiso medioambiental".

Así, cuenta con un sistema de bomba de calor que aprovecha la energía residual procedente de la planta de producción de frío de la factoría para calentar el agua que se utiliza tanto en los procesos productivos como en la climatización de la planta, y que es nueve veces más eficiente que uno convencional, que utiliza gas natural.

Además, conlleva eliminar en estos procesos tanto el consumo de esta energía como las emisiones de dióxido de carbono.

Asimismo, en 2022 también entró en funcionamiento una caldera de biomasa, que utiliza la cascarilla resultante del proceso de torrefacción del cacao como materia prima para la obtención de vapor.

Además, toda la energía eléctrica que se compra en este centro de producción proviene de fuentes renovables. Esta factoría también ha logrado ser "cero residuos a vertedero", al minimizar la generación de los mismos y fomentar su reutilización, reciclaje o valorización.