Los Salesianos apartan a un cura del colegio de Santander por posibles abusos

El centro señala que es "una persona muy valorada y querida por la comunidad educativa y las familias"

La dirección del colegio Los Salesianos de Santander ha comunicado ayer a las familias del centro que la Congregación Salesiana ha abierto una investigación y ha "apartado cautelarmente del contacto con menores" al sacerdote Pablo Ortega, por su posible vinculación con casos de abusos sexuales durante su estancia en el colegio de Deusto a mediados de los años 70.

En el comunicado a las familias, recogido por Europa Press, el centro explica que "aunque no se ha recibido ninguna denuncia, y a pesar de los años transcurridos", la congregación ha puesto en marcha el protocolo establecido en estos casos después de "tener conocimiento de algunos comentarios" que aludían a posibles casos de abusos y mencionaban al salesiano Pablo Ortega, cuando estaba en el colegio de Deusto a mediados de los años 70".

De esta forma, el centro confirma la información publicada el lunes por el diario El País. El protocolo prevé la apertura de una investigación, apartar cautelarmente al salesiano del contacto con menores, y ponerse a disposición de las autoridades civiles.

El centro señala que "en estos momentos, durante su larga estancia en Santander (desde 1989), nunca se ha recibido denuncia ni información alguna referida a asuntos como estos", y destaca que es "una persona muy valorada y querida por la comunidad educativa y las familias".

La dirección del colegio reitera el compromiso de la Congregación Salesiana con la 'tolerancia cero' hacia toda posible conducta de ese tipo y "su empeño activo en colaborar para que la sociedad y en particular sus obras y colegios sean 'espacios seguros' en los que se respetan y fomentan los derechos humanos y se protege y cuida especialmente a los menores y a los adultos en situación de vulnerabilidad".

Y añade que "como expresión de su compromiso", la congregación se ha comprometido, "con independencia de la fecha en que hayan podido ocurrir, a investigar cualquier comportamiento inadecuado de sus miembros y a animar en todo caso a las posibles víctimas a acudir a las autoridades competentes".

Por último, la dirección señala que el centro tiene un código de conducta firmado por todas las personas que trabajan y colaboran, y añade que "seguirán puntualmente todas las actividades formativas e informativas, campañas, medidas de control y supervisión dirigidas a la prevención de todo tipo de delitos, y particularmente de los que puedan afectar a menores y personas vulnerables".