Más de 200 escolares de la ciudad conocerán los principios esenciales de la seguridad vial y pondrán en práctica esos conocimientos gracias a los talleres que está impartiendo la Policía Local de Santander en centros educativos en el marco del proyecto de promoción de la salud escolar del Ayuntamiento.
Media docena de colegios han participado ya en estos talleres y otros tienen concertadas fechas para abril y mayo, según ha indicado el concejal de Deportes y Salud, Juan Domínguez, que ha participado esta semana en las actividades desarrolladas en el colegio Kostka.
La iniciativa forma parte del proyecto de promoción de la salud escolar que desarrolla el Ayuntamiento con la colaboración de colegios profesionales, sociedades científicas, asociaciones sanitarias y servicios municipales, que mantiene aún las inscripciones abiertas para los centros que quieran solicitar alguna de las actividades ofertadas.
En este caso, se trata de un taller de seguridad vial que pretende sensibilizar a los estudiantes, proporcionarles conocimientos sobre esta materia y fomentar la adopción de hábitos seguros en sus desplazamientos diarios, ya sea como peatones, ciclistas o como viajeros de otro tipo de vehículos.
Se trata, en definitiva, de que las conductas de seguridad vial calen en los menores y las asimilen desde pequeños para favorecer una movilidad segura y sostenible, según ha explicado en un comunicado Domínguez.
El concejal de Salud ha opinado que el periodo escolar es una etapa clave para el aprendizaje de valores, habilidades para la vida y pautas de conducta y, por ello, cree que es el "momento oportuno para formar también a los menores en la importancia de la seguridad vial a cualquier edad".
Los talleres se dirigen preferentemente a alumnos de tercero y cuarto de Primaria, aunque, a petición de algunos centros, también se ofrecen para estudiantes de mayor edad.
El trabajo con los estudiantes comienza sobre un tapiz vial en el que se les explican las principales normas y conductas para interactuar en la vía entre los distintos usuarios de forma responsable.
Y después ponen en práctica los conocimientos adquiridos en un parque infantil de tráfico, un circuito con señales, calles, semáforos, etcétera, en el que se trabajan los principios de convivencia en las vías, responsabilidad, confianza en la normalidad del tráfico o seguridad en la conducción.
Las actividades con los alumnos se complementan con un taller dirigido a los profesores en el que se muestran estrategias de movilidad segura y sostenible y pautas para minimizar impactos medioambientales negativos y reducir siniestros.
