El tráfico de mercancías del Puerto de Santander cae un 11% en 2020

Puerto de Santander. Vista aérea

El tráfico de mercancías del Puerto de Santander superó los 5,8 millones de toneladas en 2020, lo que supone un descenso del 11% en comparación con 2019, en la media nacional pero inferior a la de otros puertos de la fachada norte.

Del total del tráfico acumulado, tres millones de toneladas han sido de graneles sólidos, 213.696 toneladas de graneles líquidos y 2,5 millones de mercancía general.

El tráfico de graneles sólidos, que representa más de la mitad del total de tráfico de mercancías, ha caído un 17%; y el de graneles líquidos se ha reducido un 34%, aunque solo representa el 3,7% del total.

Por su parte, el tráfico de mercancía general en este periodo, uno de los grandes retos de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), se ha incrementado un 0,4%, con más de 2,5 toneladas.

Son los principales datos de balance del Puerto que ha presentado hoy en rueda de prensa su presidente, Jaime González, en su última rueda de prensa al frente de la entidad, que abandona para regresar al ámbito privado después de cinco años y medio de gestión pública.

La buena marcha del tráfico de mercancía general se debe en gran parte al aumento de escalas y capacidad de los buques CLdN que, desde que comenzara su andadura en el Puerto en 2016, no ha hecho más que crecer, multiplicando su actividad en un 500%.

El tráfico de contenedores se ha incrementado un 82,6% y, por el contrario, han disminuido los de pasajeros (-68,9%) y ro-ro (-1,6%), dentro del cual el de automóviles ha caído un -30,4%.

El presidente de la APS también se ha referido a la evolución del tráfico entre 2014 y 2019, que ha presentado, con la excepción de 2020, un crecimiento sostenido en el tiempo tanto en tráfico total como en mercancía general y ro-ro.

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La positiva evolución de los tráficos de mercancía general ha conllevado una mayor generación de valor añadido y riqueza para el entorno portuario que la manipulación de otro tipo de mercancías.

En este sentido, González ha remarcado la apuesta del Plan Estratégico del Puerto de 2015 porque los tráficos del Puerto no dependan únicamente de la actividad próxima porque "no es suficiente para poder mantener la oferta de servicios", sumando otras compañías con tráficos internacionales, sobre todo con Centroeuropa, Reino Unido e Irlanda.

Por eso la caída en 2020 ha sido inferior a la de otros puertos del norte, ya que el de Santander cada vez depende menos de tráficos de granel y más de los más predecibles de mercancía general.

El presidente de la APS ha dicho que el año pasado "ha habido que improvisar" a raíz del coronavirus y ha expresado su agradecimiento a todas las partes, desde el comité de empresa a los empleados, dado que no se interrumpieron las operaciones y demostraron a los clientes que los servicios que presta el Puerto son "absolutamente confiables".

También, en un sentido más general, ha agradecido el trabajo de los estibadores, que da un carácter diferencial al Puerto.

"2020 ya es historia y la evolución socioeconómica tiene que producirse, sí o sí, de una manera lo más rápida posible y habremos cerrado capítulo esta legislatura. El Puerto tiene que ser el principal actor de la región para conseguir que la recuperación de Cantabria sea la más rápida y que sus instalaciones repercutan en la mayor competitividad de sus empresas".

PROYECTOS

González ha destacado que el Puerto supone más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región y más del 9% del empleo y después del verano un estudio de la Universidad de Cantabria demostrará que el Puerto es "el conjunto empresarial e industrial más importante de Cantabria" y por tanto el tractor más potente.

También ha indicado que los 90 millones de euros que la APS tiene proyectados en inversiones en infraestructuras, a mitad de legislatura, llevan mejor ejecución de la anterior.

Así, está adjudicado el silo vertical de automóviles, cuyas obras comenzarán en breve; el proyecto de Raos 9 está finalizado y en breve se licitará por 28,5 millones; está en licitación la reconstrucción del muelle de Maliaño al final de Antonio López, con un presupuesto de 20 millones, que será donde atraquen los ferry, y que llevará anexo el depósito de gas natural licuado, y que ha llevado a reformar la estación marítima, que será solo para cruceros.

"Habrá una nueva terminal mucho más segura y práctica y estará al servicio de Brittany Ferries no más tarde del final de esta legislatura", ha afirmado, explicando que esto implicará el traslado de la zona franca al oeste del puente de la lonja, "con dos o tres opciones que se están estudiando".

La estación marítima, que no se ha podido inaugurar por el Covid, "ha quedado como este presidente quería, con la apertura a la bahía", ha reconocido, apuntando que tendrá "mucho aprovechamiento" para el Puerto y la ciudad, formando parte del frente marítimo.

También se ha referido a la terminal de fertilizantes de próxima construcción, que estará en funcionamiento en un año.

EL "HITO"

Con todo, el "hito" del Plan Estratégico es la llegada definitiva de una terminal de contenedores "verdadera, con sus propias grúas", que supondrá un factor de potenciación de otras actividades complementarias para el Puerto y su entorno. La inversión es de 18 millones y el plazo de construcción de 18 meses.

Para González, esta terminal supondrá "el cierre definitivo de un periodo del Puerto de Santander para abrir y consolidar una morfología de negocio, un catálogo de servicios y una personalidad de un Puerto que definitivamente tiene su sitio en la fachada norte, que tiene por mérito propio la musculatura para poder competir con puertos como Bilbao o Gijón de una manera digna y con un gran respeto de sus clientes", ha señalado en referencia al premio otorgado por Anfac como el Puerto con mayor calidad de servicio.