Santander se convertirá en abril de 2022 en la capital del 'Slow Art'
Santander se convertirá por unos días durante la primavera de 2022 en la capital del 'Slow Art', con un congreso y actividades que girarán en torno al arte como transformador social y benefactor.
Así lo ha avanzado este viernes la concejala de Turismo Miriam Díaz, que ha dado a conocer los primeros detalles de esta cita para el sector MICE, cuya presentación oficial tendrá lugar el miércoles 24 de noviembre en el Palacio de la Magdalena con presencia de la alcaldesa Gema Igual, ha indicado el Ayuntamiento en nota de prensa.
El acto comenzará a las 12.00 horas y será conducido por la directora del proyecto Merche Zubiaga, quien presentará las líneas generales de esta iniciativa, que viajará también el próximo año a Madrid y Málaga.
El proyecto cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Santander a través de la oficina de congresos Convention Bureau, así como del Gobierno de Cantabria y el Centro Botín, que será sede de las actividades.
"La elección de Santander vuelve a poner de relieve su potencial como ciudad de referencia para el sector MICE en la etapa postCovid", ha asegurado la concejala de Turismo, que ha recordado que desde que se "suavizaron" las restricciones para la celebración de este tipo de encuentros "los más cualificados colectivos empresariales y profesionales han apostado por nuestra ciudad como un destino seguro".
En el congreso 'Tiempo de Arte. Slow Art Circuit' se debatirán nuevas maneras de concebir y experimentar el arte, con la participación de artistas, galeristas, coleccionistas, directores de museos nacionales e internacionales. Asimismo, se expondrán estudios científicos que avalan el "carácter beneficioso" del arte y la cultura sobre la salud.
Según Zubiaga, el propósito del evento es poner en valor el arte "a través de un consumo saludable como una de las herramientas más poderosas para la transformación social".
Así, se ha basado en la experiencia del movimiento 'Slow Food', creación de Carlo Petrini, así como en las acciones del instaurador de este movimiento en el mundo del arte, Phil Terry, que concibió la idea en el Jewish Museum de Nueva York en 2008.
Un año más tarde 16 museos instauraron el 'Slow Art Day' y desde entonces más de 700 lugares --incluyendo museos, galerías, estudios de artistas y lugares de arte público-- han participado en lo que se ha convertido en un evento anual.
Este movimiento promueve que, más allá de producir obras de forma sistematizada y masificar su consumo de forma desmedida, el arte busque la "reconexión" artista-espectador, sea vehículo de esta comunicación y se viva como una experiencia "emocional, transcendental y enriquecedora".