Renfe ha iniciado este jueves las tareas de limpieza del residuo de bioetanol en los dos vagones que forman parte de la composición del vehículo que quedó parcialmente averiado hace unos días durante una maniobra en el puerto de Santander.
Dado que se debe reparar el vehículo antes de ponerlo en circulación, se ha trasladado a los talleres de Renfe en Cajo, pero solo con los 5 litros residuales que se estima permanecen en el interior de los vagones cisterna que tienen una capacidad aproximada de 85.000 litros, ha informado la compañía en un comunicado.
Ha explicado que, una vez finalizado el procedimiento interno habitual, la empresa especializada iniciará los trabajos de eliminación del residuo y otra empresa certificará que el trabajo de limpieza no conlleva riesgo tanto para el medio ambiente como para la seguridad de las personas, puesto que la desgasificación se lleva a cabo con agua. Una vez limpiada la cisterna, el material se recoge para su gestión como residuo.
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De esta manera, según Renfe, pese a estar descargados los vagones y no producirse ningún tipo de vertido (están vacíos), según ha certificado la empresa afectada, se ha previsto la desgasificación del residuo antes de llevar a cabo los trabajos de reparación previstos por los operarios.
Añade que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), tras visitar las dependencias el viernes pasado y recoger la información que se le ha aportado, "ha desestimado la existencia de riesgo alguno y, por tanto, no ha puesto impedimento a continuar las reparaciones previstas".
Además, personal del Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, por "orden expresa" de la Alcaldía de Santander, se han personado este jueves en el taller de Cajo y "han confirmado la viabilidad de las operaciones a realizar".
