El IEO incorpora en Santander dos vehículos autónomos submarinos para ampliar la observación marítima en el Cantábrico
El Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), a través de su Centro Oceanográfico de Santander, ha incorporado recientemente dos gliders -vehículos autónomos submarinos- a su infraestructura científica, ampliando de forma significativa la capacidad de observación del medio marino en el litoral cantábrico.
Estos nuevos dispositivos, bautizados como 'Jimena' y 'Juan' y financiados por el Programa de Ciencias Marinas de los Planes Complementarios en la Comunidad Autónoma de Cantabria, ya han completado varias misiones desde principios de año, según ha informado el IEO.
Uno de estos planeadores será recogido este viernes, 23 de mayo, tras una misión de 10 días operando de forma autónoma frente a la costa de Santander. Durante ese tiempo, ha recopilado datos físicos y biogeoquímicos fundamentales -como oxígeno disuelto y presión parcial de CO2- que son enviados en tiempo real vía satélite y están disponibles en el enlace: https://co.ifremer.fr/co/ego/ego/v2/
'Jimena' rinde homenaje a Jimena Quirós, la primera oceanógrafa española, quien en 1932 ya investigaba las aguas frente a Santander. 'Juan' recuerda a Juan de Santander, uno de los pocos marineros que sobrevivieron a la primera circunnavegación del planeta, capitaneada por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Ambos gliders pueden alcanzar profundidades de hasta 1.000 metros y operar durante semanas, gracias a un sistema que les permite variar su flotabilidad sin necesidad de propulsor.
"La adquisición de los gliders representa una apuesta decidida por la innovación en la observación marina, con capacidad de dar respuesta científica a las crecientes demandas sociales impulsadas por el cambio climático", ha explicado Raquel Somavilla, investigadora del Centro Oceanográfico de Santander y responsable del proyecto.
El equipo del IEO ha llevado a cabo ya tres despliegues de estos vehículos en 2025. "Preparar un glider para una misión implica ajustes como el ballasting -para igualar su densidad con la del agua que encontrará en el lugar y momento de su despliegue-, calibración del compás, diseño de su recorrido y su pilotaje. Ahora que hemos completado nuestra formación y los hemos desplegado y pilotado varias veces, podemos tener un planeador listo en apenas una semana contando con buenas condiciones del mar para su despliegue", explican Amaia, Pablo y Andrea, integrantes del equipo técnico.
Gracias a su bajo consumo energético, los gliders pueden cubrir amplias áreas del océano durante largos periodos, aumentando la resolución espacial y temporal de los muestreos. Esta herramienta se incorpora así a la red de observación oceánica del IEO, reforzando su papel en el seguimiento del estado del mar y el cambio global.