Socia KPMG cree que el sector automoción en España debe fabricar coches de más valor añadido para ser competitivo

Fábrica de automóviles
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La exsecretaria general de Industria y Pyme y actual socia de KPMG, Begoña Cristeto, cree que el sector de la automoción en España debe mejorar su competitividad y adaptarse al tipo de coches que se van a demandar en Europa y ha apostado por la fabricación de vehículos de un mayor valor añadido.

Y es que Cristeto, que es socia responsable de Automoción, Industria y Química KPMG en España, ha advertido que las fábricas españolas de vehículos se caracterizan por producir plataformas pequeñas y coches de "poco valor añadido", lo que, según ha comentado, puede hacer que sufra problemas por la competencia que, en este tipo de mercado, están teniendo países como República Checa o Marruecos.

Además, ha indicado que, en estos momentos, en torno a un 97 por ciento de los coches que se producen en España tienen motores de combustión interna --frente a otras modalidades como híbridos o eléctricos-- lo que, a su juicio, podría no ir en línea con el tipo de vehículo que se va a demandar en Europa.

En este sentido, ha recordado que el 81% de los vehículos que se producen en España se venden en el mercado exterior.

"Tenemos que empezar a traer inversiones y ser competitivos porque si no los productos que se van a demandar en Europa no se van a producir en las fábricas españolas", ha alertado Cristeto, que ha participado este lunes en Santander en un seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) titulado 'La nueva normalidad en la industria: los retos de la competitividad en el escenario pos COVID'.

En un encuentro con los medios, Cristeto ha expuesto que la pandemia del COVID-19 --que obligó al cierre total del sector en España-- ha generado nuevos retos para el sector de la automoción que se suman a los otros que ya tenía antes de la pandemia y que tenían que ver con producir un vehículo más sostenible y más autónomo, en línea con lo que demanda el consumidor.

Ahora, "sin bajarse un ápice" de estos retos que ya tenía, ha señalado que el sector debe también, por el COVID-19, "recolocar" sus fábricas para poder seguir produciendo al nivel que se estaba haciendo antes de la pandemia.

Pero, a juicio de Cristeto, el reto "más importante" que tiene el sector es pasar de ser una industria de la automoción a una industria de la movilidad. "Del paso de la industria de la automoción al paso de la industria de la movilidad nos estamos jugando 100.000 millones de euros", ha dicho.

Y es que, según ha expuesto, en estos momentos, el sector de la automoción entendido como tal --e incluyendo a fabricantes, industria de componentes y concesionarios-- genera 210.000 millones de euros pero si éste es capaz de implementar las medidas que le abran las puertas de la industria de la movilidad podría pasar a suponer 310.000 millones.

Esto supondría, según ha dicho, un incremento tanto del peso del sector en el PIB --actualmente supone el 10%-- como de puestos de trabajo.

También ha resaltado la importancia de los fondos para el sector provenientes de Europa y los incentivos del Gobierno de España que, según ha dicho, han hecho que el consumo se situara en junio, prácticamente, a niveles de hace un año.