La industria automovilística europea pide ayudas e incentivos fiscales para la supervivencia del sector

Un empleado manipula un vehículo en uno de los talleres que trabaja bajo cita previa y contando con un protocolo de seguridad e higiene, ya que cuando los clientes se ponen en contacto con el establecimiento para gestionar su visita al taller durante la F

Las principales asociaciones empresariales europeas vinculadas a al industria del motor, junto con los sindicatos industriales de escala comunitaria, han hecho un llamamiento para que se aprueben medidas coordinadas en todos los Estados miembro, como ayudas económicas e incentivos fiscales, con el fin de salvaguardar todos los puesto de trabajo que esta industria mantiene en todo el continente y que la crisis del Covid-19 ha puesto en riesgo.

La industria automovilística urge así a la Comisión Europea a que ponga en marcha un plan de recuperación para el sector que persiga dos objetivos principales: retomar la actividad mediante estímulos a la compra y apoyar la transición hacia una sociedad neutra en carbono que se base en el Pacto Verde europeo y los objetivos climáticos.

En concreto, estas asociaciones piden coordinación para evitar nuevas interrupciones en las cadenas de suministro; mantener el apoyo a la liquidez mediante ayudas estatales, garantías de inversión o exenciones fiscales; introducir y reforzar las medidas de estímulo a la demanda mediante planes de renovación de vehículos financiados por la Comisión; y que se tengan en cuenta las circunstancias extraordinarias que ha supuesto el coronavirus a la hora de elaborar reformas regulatorias en el sector.

Asimismo, insisten en la importancia de mantener el liderazgo tecnológico; apoyar la inversión; acelerar el despliegue de la infraestructura de carga; promover la colaboración industrial para compartir los costes del desarrollo de nuevas tecnologías bajas en carbono; y apoyar a las pymes del sector en la redefinición de su posicionamiento en la cadena de valor.

"CRISIS SIN PRECEDENTES"

Actualmente, el sector proporciona empleo a 13,8 millones de trabajadores en toda Europa, representa el 20% de la financiación de la investigación industrial y las plantas de ensamblaje europeas producen uno de cada cuatro automóviles en todo el mundo.

"El Covid-19 provocó una crisis sin precedentes en el sector con una parada efectiva de la producción y distribución de automóviles en Europa durante varias semanas. Las ventas se detuvieron, las inversiones se desplomaron y la introducción en el mercado de nuevos modelos limpios se pospuso. Al mismo tiempo, la organización del trabajo pospandémica está aumentando los costes de producción", asegura la industria del motor.

Durante la última crisis financiera de 2008, el sector perdió 440.000 empleos y, si la actual situación persiste, la industria cree que se corre el riesgo "de un colapso con bancarrotas y reestructuraciones a gran escala". "Si no se toman medidas, este número corre el riesgo de verse eclipsado por la recesión actual, que puede ser mucho más profunda", advierte el sector.

Las asociaciones firmantes del documento son: IndustriALL European Trade Union, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), el Comité del Comercio y la Reparación de Vehículos (Cecra), la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa), la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Caucho (Etrma) y la Organización de Trabajadores Europeos de la Industria Tecnológica, del Metal e Ingeniería (Ceemet).

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