Sánchez asegura que el ingreso mínimo vital no es "caridad" sino "protección"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Pleno del Congreso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles ante el Congreso la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital (IMV) aprobado la semana pasada por el Gobierno, asegurando que el objetivo es terminar con la pobreza infantil y que "España viva con dignidad". En este sentido, ha negando que se trate de una medida de "caridad", sino de "protección", "justicia" y "decencia".

Durante su intervención en el Pleno de la Cámara baja, en donde se ha debatido la ampliación del estado de alarma como consecuencia de la crisis del Covid19, Sánchez ha recordado que el IMV responde a un "compromiso de la erradicación de la pobreza" en el país. Se trata, según ha explicado, de un problema que afecta a más de dos millones de menores y a sus familias. "El porcentaje de hogares que viven por debajo del 30% de la renta mediana roza el 7%", ha advertido el jefe del Ejecutivo.

Esta cifra, explica, sitúa a España entre los países con mayor pobreza infantil de la UE, duplicando la media del conjunto de estados y triplicando los valores de Alemania. En este sentido, ha alertado de que se está hablando de la "próxima generación del país" que los responsables políticos deben "proteger" y "ayudarles a avanzar" y a crecer "con dignidad".

UNOS DATOS QUE "SONROJABAN" ANTES DE LA CRISIS

Este es el objetivo, según ha indicado Sánchez en su intervención, del IMV. Una medida que, según ha explicado, la ha venido reclamando el Consejo Europeo desde 2014 y también está incluido en el programa del Gobierno que él preside.

"Las crisis provocan un aumento de situaciones de exclusión y la desigualdad social y no podemos permitirlo para nuestros hijos", ha insistido el líder del PSOE, antes de reconocer que los datos de pobreza del país ya le "sonrojaban" antes de la llegada de la crisis sanitaria,

A su juicio, desde la aprobación del IMV, España ha "ganado en justicia social" y en "decencia" y ha apuntado que esta medida no busca que "España sobreviva", sino que se trata de lograr la "dignidad" para una parte de la población. "No es caridad, es protección. No es compasión, es justicia. Es decencia", ha declarado.

Sánchez ha lamentado que exista una sociedad "más expuesta" tras la crisis económica de 2008 que, entonces, se "sintió abandonada" porque no recibió "prestaciones, atención o comprensión" desde el Gobierno. Se trata, ha dicho, de una España "débil y limitada" que forman, además de los miles de hogares con menores en situación de pobreza, las personas mayores de 40 años que sufren el empleo de larga duración o la generación de jóvenes que tuvo que buscar el futuro fuera del país.

Parte de estos hogares, en concreto unos "850.000", según ha apuntado, se beneficiarán desde este mes de junio de las prestaciones del IMV, que suponen cuantías de entre los 5.500 y 12.000 euros al año por hogar, dependiendo de los ingresos de cada uno. "Se trata de un cambio fundamental trascendental, además reducir la pobreza, potenciará la inclusión social y ayudará a la economía", ha concluido.

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