La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) considera que el cierre de las plantas que tiene la firma automovilística Nissan en Cataluña, anunciado este jueves por la multinacional nipona, supone una "dolorosa llamada de atención" para todas las administraciones públicas respecto de la situación de la industria de la automoción en España.
Así lo ha manifestado el director general de la organización, José López-Tafall, que ha calificado como "indispensable movilizar ya, de manera muy urgente, recursos para contener esta situación" en la que se encuentra el sector del automóvil en España por la crisis del coronavirus.
El directivo considera "indispensable" acometer una movilización urgente de recursos para contener la situación en la que se encuentra el sector automovilístico en el país, a raíz del impacto provocado por la crisis del coronavirus, en especial tras el cierre anunciado por Nissan en sus plantas de Barcelona.
El director general de la asociación recalca que la industria automovilística española "es una joya que hay que proteger" y a la que la pandemia ha colocado "en una situación difícil", al tratarse del único sector industrial que ha tenido prácticamente toda la cadena de valor cerrada durante más de mes y medio.
Según las previsiones de Anfac, se van a dejar de fabricar 700.000 vehículos en España durante 2020, lo que coloca la producción total en el entorno de los dos millones de unidades, una cifra que no se registraba desde la última gran crisis económica.
"Este tiene que ser el último cierre y una piedra de toque para trabajar duramente en que nuestras fábricas sean las más competitivas de Europa. La industria de la automoción necesita un 'compromiso-país' y una estrategia a medio plazo, un proyecto estratégico, que, a corto plazo, implique medidas específicas de estímulo del mercado y mantenimiento de la industria, rápidas e intensas que nos permitan superar la crisis", añade López-Tafall.
La propuesta de Anfac, plasmada en el plan 'AUTO 2020-40', ya plantea las bases de esta 'estrategia-país' que permitiría mantener la alta competitividad de esta industria mientras enfrenta los retos de la nueva movilidad del futuro, que debe impulsar aún más el peso de la automoción en España, en su aportación al PIB, en el empleo y en la sociedad.
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