Banco Santander ha concluido la jornada bursátil de este miércoles como el valor que mayor revalorización ha experimentado del Ibex 35, al dispararse un 4,41% tras presentar unos resultados correspondientes al ejercicio 2019 por encima de las expectativas del mercado.
En concreto, los títulos de la entidad se han situado en 3,7 euros, un 4,41% por encima del precio de cierre de ayer, lo que supone el mayor alza registrada desde hace dos años y nueve meses, cuando subieron un 5,83%, un impulso que también protagonizaron el resto de entidades financieras, que se vieron entonces impulsadas por el resultado de las elecciones francesas.
El banco obtuvo un beneficio atribuido de 6.515 millones de euros en 2019, un 17% menos que en 2018, tras registrar un saldo neto de plusvalías y saneamientos de 1.737 millones de euros. Este impacto ya había sido descontado por los inversores, debido a que advirtió el pasado mes de septiembre de una revisión del fondo de comercio de su filial británica por el difícil entorno regulatorio y el Brexit.
En este sentido, el beneficio ordinario del ejercicio, es decir, excluyendo cualquier impacto, fue de 8.252 millones de euros, un 2% más (+3% en euros constantes, es decir, sin efecto del tipo de cambio), gracias al mayor número de clientes y al crecimiento de los volúmenes de negocio.
De hecho, este aumento ha llevado a la entidad ha decidir proponer al consejo de administración aumentar el dividendo en efectivo por acción con un segundo y último dividendo con cargo a 2019 a 0,13 euros por acción, de los que 0,10 euros serían en efectivo y 0,03 euros, en el formato de dividendo elección, en línea con el incremento de las ganancias ordinarias.
Durante la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados de 2019, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, se ha comprometido a que el dividendo irá lo más "alineado posible" al crecimiento ordinario del beneficio en el futuro, y siempre dentro de la política de distribuir entre un 40% y un 50% del mismo. En los últimos cinco años, el banco ha devuelto a accionistas a través de dividendos unos 18.000 millones de euros.
También ha sido acogido con optimismo el retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario, una métrica clave de rentabilidad, que se mantuvo como "una de las mejores" entre sus comparables. Se situó en el 11,8% para el año completo (11,6% en el cuarto trimestre).
