La poeta granadina Rosa Berbel, autora de 'Las niñas siempre dicen la verdad' o la más reciente 'Los planetas fantasma', cree que la poesía joven en España "está en un estado de forma magnífico" y es un fenómeno "bastante particular" y "con mucha fuerza", porque, a su juicio, no es algo que ocurra de la misma manera en otros países.
Así lo ha asegurado este jueves en un encuentro con la prensa para presentar la primera sesión de las Veladas Poéticas que se llevan a cabo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, que dentro de dos semanas entregará el Premio Taller de Poesía Pedro Salinas a la escritora Olvido García Valdés.
Berbel, que se ha mostrado agradecida por poder estar en este ciclo en el que van a participar "poetas tan reputados", ha asegurado que en la actualidad hay "muchos jóvenes escribiendo" que comparten marco histórico, edad y "ciertas obsesiones circunstanciales".
Sin embargo, en su opinión, el concepto de 'generación' a la hora de hablar de una serie de autores con una "línea muy homogénea" y una "afinidad estética" muy clara y definida "ha saltado por los aires", y en estos momentos el marco poético es "mucho más plural, heterogéneo y diverso".
"Quizás podamos hacerlo dentro de 50 años cuando tengamos más perspectiva" ha destacado la poeta, que con 25 años ve "difícil", en este momento, encontrar un grupo "cerrado y un movimiento orgánico" de un grupo de escritores, aunque, ha dicho, "siempre hay diálogo y puntos de partida compartidos" porque "las preocupaciones e inquietudes son compartidas".
En este sentido, ha definido la poesía y su forma de abordarla siempre con la intención de "reinventarse constantemente", ya que "lo peor que te puede pasar cuando escribes es darte cuenta que estás haciendo lo mismo".
"El poeta está siempre en búsqueda de nuevas voces, sensibilidades y caminos", ha añadido aludiendo a sus dos libros, que aunque "comparten cosas" al haberlos escrito sin un periodo muy largo entre uno y otro (2018 y 2022), "sí que creo que forman parte de dos búsquedas personales distintas, y eso se traduce en un tono distinto". "Como lectora me gusta la diversidad y los escritores que son capaces de reinventarse".
Y sobre esa faceta de lectora ha relatado como durante su infancia no tenía acceso a demasiados libros de poesía y la lectura poética se reducía a las obras obligatorias durante los estudios. Pese a ello, ha hecho hincapié en como desde el principio, en especial cuando se empezó a escribir casi "por azar", le interesó mucho la relación entre la escritura y la política.
Por ello, con sus creaciones siempre ha tratado de "dar respuesta y generar preguntas" a esa relación poesía-política, "dándole otra vuelta" a la poesía social clásica ahora que estos ámbitos son "muy distintos" a los de antes.
De hecho, tal y como ha explicado, en su primer libro 'Las niñas siempre dicen la verdad', el feminismo y la conciencia de género estaban "muy presentes", y en el segundo, 'Los planetas fantasma' se explora "de forma distinta" pero siempre "planteando preguntas al mundo en el que vivo e imaginando uno de otra manera".
Al hilo de ello, y preguntada por el interés que pueden tener o no los jóvenes en la política, Berbel, de 25 años, ha defendido que la juventud a veces se define como un grupo "homogéneo en el que todos piensan igual" cuando es un concepto "extremadamente amplio" que, como en todo grupo social, "es totalmente diverso y complejo de desentrañar".
Así, y llevándolo al campo de la literatura, ha incidido en la "suerte" de que la poesía realizada por los jóvenes españoles tenga "mucha fuerza" y una calidad "altísima", porque es algo que se tiene que "aprovechar".
"En el imaginario la poesía sigue siendo todavía una cosa muy seria, la relacionamos con autores muertos y las grandes obras del canon, y nos cuesta pensar que haya gente viva y sobre todo joven, de 20, 25 o 30 años escribiendo poesía, parece siempre un género que se conjuga en pasado", ha expresado Berbel, quien además de ese "sesgo de edad" ve también un "sesgo de género": "No se activan los mismos procesos de legitimación si estamos ante un hombre de 30 años que ante una mujer de esa edad".
La poeta andaluza espera que todo ello "se vaya diluyendo con el paso del tiempo" porque la poesía joven es "muy poderosa" y está alcanzando una "notoriedad muy importante", y porque para ella, descubrir que este género "era mucho más amplio que lo que mis prejuicios me decían" y que podía ser más "lúdico, juguetón y mucho menos serio", fue lo que "despertó mi curiosidad".
