El ciclo de Puente Viesgo analiza el miércoles el yacimiento prehistórico salmantino de Siega Verde

El Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo abordará mañana los hallazgos arqueológicos del yacimiento prehistórico de Siega Verde, ubicado en la provincia de Salamanca a escasos kilómetros de la frontera con Portugal.

La conferencia será impartida por la prehistoriadora Virginia Mota en el Centro de Arte Rupestre (CAR) de Cantabria, a partir de las 19.30 horas y será la tercera de las 13 programadas hasta el próximo 27 de abril por la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo.

Mota revisará el arte rupestre del yacimiento prehistórico salmantino con una antigüedad datada en hace 20.000 años y que en agosto de 2010 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

Con el título, 'Siega Verde: La joya de Águeda', en alusión al río Águeda junto al que se encuentra la cueva prehistórica, esta conferencia sucede a la de su colega Pedro Cantalejo, coordinador del patrimonio histórico de la Comarca de Guadalteba y de la cueva prehistórica de Ardales en la provincia de Málaga.

Cantalejo recordó que siempre se ha pensado que esta área prehistórica del sur de España "era una zona privilegiada para las ocupaciones humanas, pero ahora nos damos cuenta que hubo una serie de condiciones físicas y climáticas que generaron problemas de habitabilidad entre el final del Paleolítico medio y principios del superior".

"No era un paraíso terrenal", recalcó el ponente, que de hecho tituló su conferencia 'En el sur tampoco estuvo el paraíso terrenal. Dudas y certezas', en referencia a las ocupaciones humanas de hace miles de años en la provincia de Málaga.

Así, explicó que de los estudios climáticos de los últimos 50.000 años se deduce que en los momentos fríos en los que en Centroeuropa no se podía vivir, las cuevas estaban ocupadas en el sur de España "pero hubo momentos puntuales en los que también llegó el frío extremo, con temperaturas medias en Málaga de hasta 8 grados centígrados por debajo de la actual".

Según Cantalejo, en el sur de la Península Ibérica hubo períodos de aridez porque esos fríos extremos estuvieron acompañados de sequías de hasta 200 y 300 años, lo que "puede explicar la ausencia de humanos en los registros hallados hasta ese momento, posiblemente, porque no había recursos, ni fauna ni vegetación".

También repasó distintas investigaciones arqueológicas en diferentes yacimientos prehistóricos de la provincia malagueña (Ardales, Victoria y Malalmuerzo) para afirmar que los grupos humanos en Málaga no estuvieron en la mayoría de las cavidades de forma permanente, sino que tuvieron una amplia movilidad, "lo que obliga a estudiar el aspecto climático y preguntarse qué ocurrió para que las abandonasen por períodos de hasta 2.500 años".

En este sentido, aclaró que en las cuevas mencionadas las ocupaciones humanas se distribuyen hasta en cinco fases y que en la de Nerja se han encontrado 53 carbones datados en 12 fases distintas entre hace 41.000 y 3.300 años, lo que confirma que "las ocupaciones no fueron permanentes, fueron ocasionales".