Hosteleros de Castro Urdiales (Cantabria) aguardan esperanzados la apertura de fronteras entre comunidades autónomas, y cifran en un 70 por ciento el número de clientes que reciben del País Vasco.
Así lo ha expresado Timoteo Antuñano, vocal de la Asociación de Hostelería de Cantabria, con 2.300 socios, y propietario de dos locales de hostelería en la localidad marinera, próxima a Bizkaia, que ha condicionado la apertura de comunicaciones a que "las premisas de la pandemia estén controladas". "Que vengan los vascos, pero con todas las medidas de seguridad", ha sentenciado.
En declaraciones a Europa Press Televisión, ha recordado que, durante la pandemia, a la hostelería cántabra le ha tocado "sufrir", -"como a la mayoría de los autónomos"-, con cierres de locales y ErTES, situación que esperan remontar con la vuelta a la denominada nueva normalidad. No obstante, ha reivindicado el mantenimiento de estos últimos hasta final de año.
El hostelero castreño espera que la situación se empiece a revertir desde el mismo momento en el que se permita el tránsito entre provincias, que en el caso de Castro Urdiales está condicionada por la masiva afluencia de clientes pertenecientes al País Vasco.
"El hecho de que venga mucha gente es bueno, también da un poco de incertidumbre, tenemos gente no incorporada (en la hostelería), pero en el momento en el que todo funcione, el volumen de gente que esperamos es más del 70 por ciento de la gente que hay ahora". "Castro florece", ha asegurado.
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