Fiscalía cree que la acusada del asesinato de Carasa sufrió el "síndrome del cuidador" y mantiene la pena

La acusada de asesinar a su suegro en Voto lo niega y asegura que tenían "muy buena relación"
photo_camera La acusada de asesinar a su suegro en Voto lo niega y asegura que tenían "muy buena relación"

La Fiscalía considera que la acusada de asesinar en 2017 al anciano de Carasa, padre de su novia, habría sufrido el "síndrome del cuidador", por lo que mantiene su petición de 20 años de prisión por el delito de asesinato con alevosía y agravante de parentesco.

Por su parte la acusada, ha manifestado en su turno de última palabra, en la última sesión del juicio celebrada este miércoles, que "a pesar de todo" lo que está pasando, "volvería a cuidar" al anciano.

En la sesión, han presentado sus conclusiones la defensa y la Fiscalía, que ha sostenido que la acusada podría haber cometido el crimen debido a la "frustración" que sufre una persona tras cuidar de otra dependiente durante un tiempo.

Así, ha mantenido que el anciano, de 86 años y que vivió durante 11 al cuidado de una de sus hijas y su pareja --la procesada--, murió como consecuencia de una fractura cervical "alarmante" y "que no podía haberse hecho solo", por lo que, a su juicio, fue provocada por alguien que "desplazó violentamente hacia atrás su cabeza".

Por el contrario, la defensa ha apuntado a que pudo romperse por la propia manipulación del cadáver o "perfectamente se lo pudo provocar con un simple giro" por la osteoporosis avanzada que sufría, así como durante su agonía o convulsiones, supuestos que la Fiscalía ha descartado porque se trataba de una sección "limpia" y estaba roto también el ligamento anterior vertebral, y porque "no convulsionó" ya que no presentaba signos de ello.

Además, el abogado de la acusada ha asegurado que "ha quedado científicamente demostrado que es imposible" la causa de la muerte que indican las forenses que realizaron la autopsia y la Fiscalía, ya que, según ha dicho, la ruptura de las vértebras sólo produce la muerte cuando se da en las que están por encima de la C4 porque afecta al bulbo raquídeo, y el hombre tenía rota la C7.

Igualmente, ha señalado que la rotura de la médula tampoco provoca la muerte y se ha preguntado "cómo pueden decir" que la causa de la muerte es esa lesión si no consta en el informe de la autopsia.

Por ello, ha calificado de "chapucero" el trabajo y, tal y como señalaron dos peritos propuestos por la defensa que testificaron ayer y contradijeron las conclusiones de las forenses, ha considerado "grave y criticable" que no realizaran la autopsia de la medula porque, según manifestaron, vieron la lesión a simple vista. "No se puede ver ni con superpoderes", ha sentenciado el letrado.

Así, ha dicho que creer que esa fue la causa de la muerte es un "acto de fe" porque "no está objetivado" y "no se ha podido constatar", además de que "no hay nada" y todo son "elucubraciones" contra su defendida.

Concretamente, la defensa ha sostenido que el hombre falleció por un fallo multiorgánico provocado por su edad y sus "múltiples patologías", mientras que el Ministerio Público ha insistido en que "no murió de viejo" porque "no hay vestigio alguno".

HORA DE LA MUERTE

Además, ha apuntado a la acusada porque le dijo a la forense que había escuchado un ronquido sobre las cinco de la mañana cuando, según el fiscal, la autopsia señala que era "imposible" que a esa hora estuviese vivo y también que el ruido fuera provocado por estertores o gases del cuerpo.

Por ello, ha considerado que se trató de una "coartada" y que su pareja manifestó en el juicio que las dos oyeron el ronquido porque toda la familia "adora" a la acusada y "no quiere que le pase nada".

Así, la hora de la muerte ha sido un dato en el que han discrepado las partes, ya que, en base a las pruebas practicadas en torno a los fenómenos cadavéricos, la Fiscalía mantiene que cenó a las 20.15 y murió poco después, y la defensa considera que fue sobre las cinco de la madrugada, por lo que según su versión es posible que lo que escucharan fuera un estertor del hombre.

En este sentido, el letrado ha criticado que una de las pruebas que se ha tomado como "fundamental" para fijar la hora del fallecimiento sea la realizada sobre el contenido gástrico del estómago --que indica que murió entre dos y tres horas después de cenar-- porque, tal y como confirmaron los peritos, se le pudo parar la digestión y no morir en ese momento, lo que concordaría con la versión de que le ocurriera un fallo multiorgánico que se inició por el estómago y se fue extendiendo al resto de órganos.

Tras haberse celebrado la prueba testifical, el lunes y martes, y las conclusiones este miércoles, el juicio finalizará mañana con el veredicto del jurado popular.